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“La Palma es una isla distinta, pródiga en historias y literatura”

El escritor J.J. Armas Marcelo ha elegido La Palma para celebrar el Festival Hispanoamericano de Escritores, un encuentro que reunirá en Los Llanos de Aridane a una treintena de escritores de las dos orillas del Atlántico. “Creo que este experimento deberá permanecer en el tiempo, en el futuro, anualmente, convergiendo con otros episodios culturales de primera magnitud que se dan en la Isla”, ha señalado en una entrevista con La Palma Ahora

-¿Por qué propuso celebrar en La Palma el Festival Hispanoamericanos de Escritores? 

-Es una isla pródiga en historias y literaturas. Es una isla nuestra, el corazón verde de Canarias. Es una isla distinta, llena de epifanías. Es un tesoro. Y la gente es muy acogedora, contra la fama falsa de cerrazón que tiene por culpa de nosotros mismos. Es la isla ideal para hacer este tipo de actos, que son un experimento y, ya lo he dicho antes, una epifanía. 

 -¿Cómo ha sido acogido este encuentro literario? 

-Las instituciones de Los Llanos, y los palmeros en general, han acogido este experimento como algo suyo, con entusiasmo y esperanza. Además, es lo que se llama injustamente una isla menor y, sin embargo, su historia nos dice que es una isla grande, llena de juventud y tradición, y merece más respeto. Para quienes vengan por primera vez la vean y la entiendan será un descubrimiento de gran magnitud. El lugar ideal. 

-Reunir a una treintena de escritores en un diminuto territorio de la ultraperiferia atlántica no debe ser fácil, ¿o sí? 

-Depende. Si, como en este caso, aunamos fuerzas, con buena voluntad y rigor intelectual, es seguro que atraerá a cualquiera, de los importantes y de los más importantes. Creo que este experimento deberá permanecer en el tiempo, en el futuro, anualmente, convergiendo con otros episodios culturales de primera magnitud que se dan en la isla. 

-¿Qué supone para usted dirigir la Cátedra Vargas Llosa?, ¿qué ha significado esta responsabilidad en su carrera? 

-Un gran atractivo, mantenerme en forma, ir y venir del mundo, un regalo. Tiene, por supuesto una gran responsabilidad y, a estas alturas, no se pueden ir cometiendo errores. Procuro no cometerlos, y hasta ahora parece que la línea trazada es la que tiene que ser. Me siento muy satisfecho de esta tarea. 

-Mario Vargas Llosa estuvo en La Palma el pasado mes de junio gracias a su gestión y a la invitación del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), ¿por qué cree que era necesario que hiciera esa visita y qué piensa que ha significado para él? 

-Él es el tótem de las literaturas en lengua española hoy en día, a pulso con trabajo y resultados. Para mí, y seguro que para muchos palmeros, era importante que la viera con sus ojos y experimentara esa sensación de inquietante plenitud que tuvo en la visita al Astrofísico del Roque de los Muchachos, una parte importante del futuro y presente de nuestro esfuerzo científico. Para él, lo sé bien, fue un descubrimiento y lo dejó muy claro en su artículo publicado en cuarenta periódicos del conjunto de la lengua española. 

-Recientemente ha publicado el primer tomo de sus memorias. Escribir unas memorias es un poco como desnudarse. ¿Hay algún episodio de su vida que le haya costado contar especialmente?, ¿se arrepiente de algo? 

-Ninguno. Desde muy joven, como deportista, como futbolista, estoy acostumbrado a desnudarme en público. El falso pudor, ni siquiera en mi escritura, me parece conveniente en la literatura. Estoy muy contento con ese desnudo integral de mi primer tomo de memorias. He mirado hacia atrás sin ira. Esas memorias no son tan importantes porque las haya escrito yo, sino porque en sus páginas se mueven con intensidad episodios de primera magnitud de nuestras vidas, nuestras literaturas y nuestras políticas, además de una experiencia sensacional al escribirlas. 

-¿Cómo ve el panorama literario en Canarias en general y en La Palma en particular? 

-Como siempre, con los inconvenientes de una literatura pequeña y las conveniencias que ese mismo defecto tiene. Lo importante no es que trascienda de las islas el escritor, sino sus textos, sus libros, el esfuerzo de escribir con esa exigente trascendencia, y no escribir por escribir, sin más, con la frustración que eso lleva después para el escritor y la inviabilidad, dentro y fuera de las islas, para los textos escritos por ellos. Siguen los mismos defectos y tiene las mismas virtudes que cuando yo era joven, hace ya mucho tiempo.

-¿En qué proyectos trabaja en la actualidad?

-Estoy escribiendo con satisfacción el segundo tomo de mis memorias, que tiene el título provisional de Más acá de Andrómeda, y la novela Cuatro veces mariposa, inspirada, no basada, en la vida de Mercedes Pinto y sus descendientes mujeres, hija, nieta y biznieta. Son muy cercanos familiares míos y resulta también por eso un gran viaje sentimental a mis semillas insulares, en la línea del ciclo de Salbago, como Las naves quemadas y El árbol del bien y del mal, universo que aparece también en Casi todas las mujeres con su protagonista Néstor Rejón.