Luis Castañeda: el arte de saber esperar

Arte y café es una iniciativa artístico-cultural que se ha creado con la voluntad de compartir inquietudes y argumentar de forma constructiva temas relacionados con el arte, la historia y la cultura de la isla de La Palma y Canarias en general. Contando con la colaboración de artistas, intelectuales etc.

Tomar un café con Luis Castañeda es subir a la Máquina del Tiempo y viajar a su pasado más emotivo. Me comenta detalladamente sus primeras lecturas de la infancia, en las que aparece la figura de su padre y las novelas del oeste tan populares en esa época; las cuales devoraba casi de forma furtiva. Seguramente éstas activarían esa parte del niño curioso y lleno de fantasías incontrolables. La lectura de las obras del genial Julio Verne, le hacen volar con la imaginación a mundos fantásticos y aventuras increíbles; yo apostaría, que aquí se activa su mente imaginativa que sigue en plena ebullición y la que daría origen a la necesidad de contar sus propias historias. La literatura siempre ha sido esa compañera amable y motivadora que le hace madurar y le curte como persona y escritor.

A Luis le gusta narrar su vida como una novela, disfruta de los detalles y gesticula cuando explica alguna anécdota curiosa. Se siente cómodo paseando por la historia; posiblemente le ayuda a ordenar imágenes para encontrar esas piezas del puzle que siempre nos faltan para completarlo.

Benjamín Franklin decía: “Quien tiene paciencia, obtendrá lo que desea”. Este libro que está saliendo a la luz y a la vida, Cuando venga el rey  (Una historia de amor y muerte en una isla a la deriva) es el resultado de un proceso de trabajo y reflexión, pero también de travesía por los océanos de las dudas, los miedos, las ilusiones, las risas y los llantos. Luis se confiesa escritor apasionado lo que supone, disfrute y sufrimiento, difícil tarea en esa existencia dualista en la que nos vemos obligados a torear con amor y odio, risa y llanto, noche y día, etc… El arte de saber esperar es fundamental para llegar a buen puerto; una actitud precipitada suele traer problemas.

Este escritor palmero supo esperar; intuía que esta novela necesitaba reposar para garantizar sus aromas y poder adquirir la textura apropiada. Ahora ya está a punto para ponerla en la mesa y que los comensales (lectores), disfruten de todos sus sabores y matices.

Les deseo buen provecho.