Marea rosa: el estreno de ‘Barbie’ en el Teatro-Cine Chico de Santa Cruz de La Palma
Contra todo pronóstico, contra las nuevas plataformas televisivas, que parecían haber copado para siempre los códigos de nuestros modos de ver cine (en casita, evitando colas y vecinos de butaca que hacen ruido con el plástico de las papas fritas), el Teatro-Cine Chico Municipal de Santa Cruz de La Palma ha vuelto a recuperar aquella vieja estampa, resucitada por obra y gracia de cientos de espectadores: una cola para entrar desde Pérez Volcán hasta la primera puerta de entrada y otra cola por Díaz Pimienta hasta el acceso a la taquilla, un coche que se detiene delante de la fachada principal y del que se apean varios pasajeros, ansiosos, nerviosos, expectantes…, justo detrás, otro vehículo en cola, de donde salen dos chicas despampanantes, vestidas para la ocasión, en el cruce del paso de peatones de la avenida de El Puente, otros tantos ataviados con peluca, mono, gorra, pantalón, falda… todo de color de rosa.
La de ayer fue una de esas tardes memorables que quedarán fijadas en los anales de la historia del cine en Santa Cruz de La Palma, ciudad pionera en ofrecer en Canarias las primeras proyecciones de los hermanos Lumière gracias a la inquietud de nuestro nunca suficientemente ponderado Miguel Brito Rodríguez (Santa Cruz de La Palma, 1876-Santa Cruz de Tenerife, 1972), que trajo el primer aparato cinematógrafo que pisó suelo isleño nada menos que de La Habana. Vecino del número 6 de la calle de la Cuna (hoy, Almirante Díaz Pimienta), justo en frente del Teatro Chico, en 1898 promovió la aún incipiente magia del cine, por entonces aún carente de banda sonora.
A la extraordinaria campaña publicitaria que ha rodeado desde su estreno estadounidense el pasado 9 de julio la proyección de la película dirigida por Greta Gerwig, el público palmero ha respondido con divertimento y generosidad. Agrupados en pandillas de amigos o en familia al completo, abuelos, tíos, sobrinos, primos, madres, padres y demás han destartalado las calles de Pérez Volcán y Díaz Pimienta con todos los tonos rosa que uno pueda imaginarse, dándole al casco histórico nuevas luz y vida. Más allá de la propia cinta, el verdadero espectáculo fue ofrecido por un público entregado a la causa Barbie. La coproducción de LuckyChap Entertainment, Mattel Films y Heyday Films ha traído de nuevo a la mujer empoderada, segura de sí misma y exitosa, a la vista en la gran pantalla desplegada en el siempre incomparable Teatro-Cine Chico Municipal.
Vestido con nuevo traje (rosa, por supuesto), nuestro espacio multifuncional de la calle Díaz Pimienta retoma su protagonismo en el marco de la historia espectacular de Santa Cruz de La Palma. A la empresa que dirige el Teatro-Cine Chico Municipal, en especial a otro grande de la difusión cinematográfica en La Palma, Fernando Tena Morales (fundador de Multicines Avenida), y a sus trabajadoras y trabajadores auguramos más triunfos de taquilla mientras Barbie siga en cartel.
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