Bajo el título El pincel alemán para el paisaje canario, el Cabildo de La Palma ha abierto las puertas de una exposición en el antiguo Convento de San Francisco con la que se conmemora el quincuagésimo aniversario del fallecimiento del pintor germano Bruno Brandt, informa la Corporación insular en una nota de prensa.
La consejera insular de Cultura y Patrimonio Histórico, María Victoria Hernández, señala que la muestra, que permanecerá abierta hasta agosto de 2015, pretende recordar a este artista que falleció en La Palma en 1962, y cuyos restos descansan en el Cementerio Civil de la capital insular.
María Victoria Hernández indica que la muestra organizada por el Cabildo de La Palma, permanecerá abierta más de tres años permitiendo, de esta novedosa manera, convertirse en un importante atractivo turístico, especialmente para los visitantes compatriotas del pintor. La muestra está centrada en el papel que jugó la estancia en La Palma de este pintor en las temáticas y técnicas de su obra.
La muestra está compuesta por 35 obras cedidas por ocho colecciones particulares, así como obras propiedad del Cabildo de La Palma, los ayuntamientos de Tazacorte y El Paso, y del Real Club Náutico de Santa Cruz de La Palma. La exposición está comisariada por Víctor Hernández Correa y los centros de restauración de la Institución insular.
Atraído por las descripciones que su propia hermana, Gerti, viajera incansable y curiosa periodista, en 1924 desembarca en el puerto de Santa Cruz de La Palma, capital de la isla, un joven alemán, natural de Berlín, pertrechado con su paleta y pinceles de pintor.
Bruno Brandt representa a este prototipo de pintor-artista-viajero ajeno a la conceptualización de los nacionalismos, entendidos como acotaciones cerradas o compartimentadas, exhibiendo, en su lugar, un panorama vital y una actitud ante el arte y el paisaje que avanza más allá de la patria chica. Bruno Brandt articula su labor creadora y su propia existencia como un «hombre sin patria ni ley», feliz expresión del patrimonio fraseológico popular que sintetiza y explica con rotundidad un modo de ser y de vivir.
En 1951, en una de sus idas a Alemania, expone en el Club de Estudiantes de Bonn. El tema principal es La Palma. Algunos pintores canarios de la época se sintieron atraídos por su pintura, pero jamás fueron capaces de llevar a sus cartones la fuerza y el colorido del maestro germano.
Bruno Brandt expuso en Tenerife, Las Palmas de Gran Canaria, La Palma, Madrid y otras capitales, así como en Alemania y Dinamarca. Su obra, muy cotizada hoy, se encuentra repartida en colecciones particulares, organismos oficiales y museos.
En 1962 realiza su última exposición en el Círculo de Amistad XII de Enero de Santa Cruz de Tenerife. Vivir por y para el arte fue en Brandt vivir por y para el paisaje. La Palma, así, logra abrir una ventana al mundo. Brandt fallece en Breña Baja (La Palma) en julio de 1962 y sus restos mortales descansan en el Cementerio Civil de Santa Cruz de La Palma.
Llama poderosamente la atención que los críticos que se han ocupado de su vida y obra apenas se hayan referido de manera explícita a su estancia palmera, la más larga de cuantas se documentan en Canarias. Por eso, esta exposición tratará de centrarse no sólo en el papel que jugó esta estancia, sino también en la huella que ha quedado de ella, patente en la cantidad y calidad de las colecciones de su obra custodiada por instituciones y particulares.