El palmero Luis Miguel Castillo Rodríguez es escritor de poesía y relatos breves que han visto la luz sólo en formato digital en un blog, bajo el seudónimo Azulclarito. Se adentró durante un tiempo en el artículo de opinión en diarios digitales. Se lanza ahora por primera vez “a la aventura de construir una narración más extensa y tratar de ponerla en papel”. En su día a día compagina la pasión por toda estructura narrativa, desde el cine a la literatura, con la profesión que le da de comer, las ciencias agrarias. Le interesan los procesos de construcción del relato colectivo, su subjetividad intrínseca y la importancia del marco sociohistórico desde el que emana. De estas inquietudes surge la novela La Compañía, que pretende editar mediante una campaña de crowdfunding.
“En esta primera incursión narrativa más larga quise hablar del mundo del teatro porque me interesa mucho, me gusta todo lo que gira en torno a la dramaturgia, soy un observador entusiasmado de lo que ocurre en la creación de los textos y la construcción de la puesta en escena, hasta la experiencia colectiva que es sentirse espectador de esa propuesta. Quise jugar a estar dentro de ese mundo, a observarlo desde diferentes ángulos. En la novela hay cierta investigación histórica de la migración desde Canarias durante los años centrales del siglo XX, y sobre todo mucho teatro, hay insertos varios fragmentos de texto teatral, de forma que está confeccionada con una mezcla de géneros. A mí me gustó mucho escribirlo, ojalá que a las personas que la lean les guste la experiencia”, explica.
“Decidir comenzar una campaña de micromecenazgo o crowdfunding es una experiencia bonita e incierta a la vez. Incierta porque no sabes en qué va a desembocar, si vas a conseguir el apoyo económico necesario, o si vas a despertar el interés suficiente como para ver tu proyecto realizado. Es bonita porque propones a la gente algo tan hermoso como formar parte del impulso cultural de una producción concreta, y tú te conviertes durante semanas en el dinamizador protagonista. Has de ser capaz de comunicar tu idea y movilizar fuerzas, obtener respuesta y compromiso cultural colectivo. Cuando alguien se suma a una campaña de micromecenazgo está tomando parte de forma anticipada de una creación artística, está confiando e impulsando otra forma de entender la participación cultural. En la individualizadora dinámica social actual, el hecho de que un conjunto de personas se agrupen para empujar económicamente la edición de una novela es, desde mi perspectiva, un acontecimiento formidable”, subraya, e invita a “sumarte a este acto cultural compartido que es la cofinanciación editorial”.
La campaña se desarrolla desde Ediciones Oblivium, y puede encontrarse en este enlace.