El Club Deportivo Mensajero necesitaba un balón de oxígeno en forma de triunfo tras la derrota anterior en campo propio ante el Leioa, pero sufrió este domingo un varapalo en Madrid frente al Fuenlabrada (3-0), un conjunto que aspira a la zona noble de la clasificación y a rodearse de los mejores.
Tras una primera parte igualada, con ocasiones en ambas porterías, y sin un claro dominador, cuando todos ya miraban el túnel de vestuarios para el asueto, un error defensivo palmero propició que el conjunto local inaugurara el marcador y se fuera al descanso por ventaja, algo excesivo, por lo sucedido en esos primeros cuarenta y cinco minutos.
El equipo de Antonio Calderón salió enchufado tras el parón, y pudo aumentar las diferencias en el marcador, pero Ione Puga se había convertido en el salvador de su equipo, un conjunto, el de Jaime Molina, que encajó el segundo tanto cuando peor estaba sobre la cancha, a merced de su rival, y ya en el tramo final del encuentro. La reacción rojinegra no se produjo, ni en el banquillo con los cambios introducidos, ni en el terreno de juego con los jugadores, y en ese desbarajuste colectivo, el Fuenlabrada anotó el tercer tanto y cerró un partido que deja a los madrileños en puestos de fase de ascenso, y a los palmeros en la zona roja de la clasificación.