El Mensajero ha perdido este domingo (0-1) en casa y regresa de nuevo a los puestos de descenso, esta vez ante un Logroñés al que sin hacer mucho, le bastó un gol de penalti en el primer tramo de un encuentro para lograr los tres puntos.
El cuadro palmero estuvo gris durante la primera parte del encuentro, frente a un equipo riojano sobrio pero bien plantado en el medio del campo, rompiendo la iniciativa local, aunque con todo, el conjunto local fue capaz de generar más oportunidades de gol que su rival.
El único tanto del equipo riojano lo convirtió de penalti Pablo Espina en el minuto 13, fruto de un clamoroso fallo de la saga mensajerista, que obligó al meta local Ione Puga a provocar la máxima pena y ganarse una tarjeta amarilla.
El peligro del equipo que dirige Mingo Oramas llegó por la banda izquierda. Tres minutos después del gol un pase de Juanda se pasea por delante de la meta visitante sin encontrar rematador, y en ese mismo instante, el colegiado expulsa al entrenador de Logroñés, Sergio Rodríguez.
La primera parte concluyó con una clara oportunidad de Alex Cruz, a pase de Juanda, que remató el balón por encima del travesaño.
El Mensajero salió en la segunda decidido a darle la vuelta al marcador, con una presión intensa sobre la meta de Miguel Martínez, y hasta tres córner consiguió sacar el Mensajero en los tres primeros minutos.
Los primeros rayos de sol salían sobre el Silvestre Carrillo, pero pronto volvieron las nubes y se nublaron las ideas del conjunto local, que fue un quiero y no puedo durante el resto de la segunda parte, frente a un Logroñés que se centró en salvar el resultado.