La casa de Amanda Melián, ubicada en Las Manchas, se ha convertido en estos días en un auténtico foco de atención: el pasado jueves una monstruosa boca eruptiva se abrió en su jardín. Antes de que esto ocurriera, su vivienda había atraído la atención del prestigioso fotógrafo Emilio Morenatti, de The Associated Press, que hizo una captura de la casa prácticamente cubierta por la ceniza volcánica.
Ahora, Morenatti ha vuelto a fotografiar el estado del inmueble, que presenta un gran agujero delante que emitió lava durante horas y, además, una gran grieta en lo que aún queda de fachada.
Amanda, tal y como ha desvelado a este periódico, se enteró de lo ocurrido por un mensaje de su prima. “Ahora tenemos un jacuzzi”, ironiza. “Mi hijo mayor, de tres añitos, me dice todos los días: mamá, vamos para casa. Y yo ya le dije ayer que no se puede, que se la comió el volcán. Y aún así me sigue diciendo: vamos”.
“Me enteré el día después por un mensaje de mi prima. Ella me mandó ‘la’ foto y me preguntó: ¿Esta es tu casa? Y yo: pues sí. Lo triste es que te enteres 24 horas más tarde. A mí no me dijeron nada”, señala Amanda, que se encontraba arreglando papeles cuando descubrió la noticia. “Estaba con mi pareja y le dije: mira esta foto. Ya después… Él es verdad que aguanta más que yo. Yo me derrumbé un poco, pero intento no pensar”.
“Después de ver la foto, ya no queda más. Para mí antes hablar del tema era una tensión… Me da pena y tristeza porque es mi casa y son mis cosas, pero es que estaba todos los días: ¿me va a tocar? ¿No me va a tocar?”, agrega Amanda, esta vez desde la montaña de Triana.