Espectacular emanación de gases en el volcán de La Palma casi dos meses después de darse por apagado
El volcán de La Palma cumple este viernes dos meses sin actividad efusiva. Cabe recordar que el pasado 25 de diciembre se dio por finalizado su proceso eruptivo. Desde entonces, muchos vecinos y vecinas han podido volver a sus hogares, aunque rodeados de ceniza volcánica; otros, un poco menos afortunados, siguen a la espera de que las muestras de gases nocivos, que toman diariamente los expertos, muestren unas cifras que les permitan retornar sin poner en riesgo su salud.
En eso se siguen empleando los científicos del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan): cada día inspeccionan un nuevo punto en el Valle de Aridane para descubrir cómo evoluciona la temperatura del suelo y los gases que sigue emanando el volcán sin nombre. Así las cosas, en los últimos días han compartido con sus seguidores en redes sociales un espectacular vídeo en el que se muestra cómo sigue saliendo humo de las fisuras y bocas eruptivas.
Por otro lado, el Instituto Geográfico Nacional (IGN) sigue constatando que más de dos meses después del final de la erupción hay niveles “muy elevados” de dióxido de carbono (CO2) en la zona costera de La Bombilla.
En algunas zonas, precisa el IGN en un comunicado, se llega al límite de saturación de los sensores de CO2, y se ha constatado asimismo la existencia de zonas con bajas concentraciones de oxígeno.
La acumulación de gases es la razón por la que núcleos costeros de Los Llanos de Aridane, incluido el enclave turístico de Puerto Naos, continúen evacuados.
En cuanto a la actividad sísmica, el IGN especifica que en los últimos siete días ha localizado 17 terremotos con magnitudes entre 0,8 y 2,4 (mbLg), ninguno de los cuales ha sido sentido por la población.
La localización de los hipocentros continúa bajo la zona central de Cumbre Vieja, en las mismas zonas que en días anteriores, a profundidades entre 1 y 16 kilómetros. Solo uno fue localizado a mayor profundidad, en concreto a 26 kilómetros.
La red de estaciones permanentes de la isla no muestra deformaciones significativas que puedan asociarse a actividad volcánica.
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