Tienen en común “el querer compartir nuestra creatividad con un arte que muestre el mundo del ser a través de diferentes expresiones”. Carmen Acosta (Madrid), Mamen Bazarra (A Coruña), Vanessa Sancho (Barcelona), Henrik Miller (Alemania), Riccardo Ciuffardi (Italia), Laura Camacho (México), Pablo Marzán (Santa Cruz de Tenerife), Loyren la Blanca (Venezuela) y Xavier Roca (Barcelona), todos ellos residentes en la Isla, protagonizan una exposición colectiva de pintura, escultura y cerámica que puede contemplarse en la Casa Massieu de la Villa y Puerto de Tazacorte hasta final de mes. “Cada uno expresa de manera muy singular el deseo y la creatividad comunes en relación a lo divino que nace de lo más profundo, de nuestro verdadero ser”, explican. “Tenemos en común la vibración que nos lleva a expresar el alma”, añade Loyren.
Las obras de esta muestra, titulada 'Auras', “hablan sobre la parte sutil de nuestra realidad, hablan de paz, sabiduría, entusiasmo, alegría? conceptos que no pueden identificarse en objetos materiales, pero sí en nuestras 'auras”, precisan. La palabra 'aura', detallan, hace referencia a la energía sutil y colorida que irradia el campo magnético de cada persona, y es en esta 'aura' donde podemos percibir y recibir la expresión más sutil, inmaterial, auténtica y espiritual de cada ser, de la misma manera que las obras de cada uno de nosotros reflejan de manera parcial esos aspectos, pero manifestadas en el plano material“.
(Actuación musical en la colectiva 'Auras'. Foto: VANESSA SANCHO)
Estos nueve creadores han decidido exponer de forma conjunta “por sinergia, ya que la energía de los nueve es mucho mayor que la de cada uno por separado, y también porque somos colegas, amigos? familia que compartimos visiones e inquietudes”. “Por armonía en nuestros estilos, ya que, aunque utilizamos diferentes técnicas de trabajo, en realidad todos estamos hablando de la misma faceta del ser: la mirada hacia dentro que nos conecta con lo universal”, agrega Loyren. Y han elegido Tazacorte porque consideran que “es un núcleo cultural importante en la Isla, y contar con la belleza de la Casa Massieu y su entorno es un regalo para nosotros, y un lugar perfecto también para los talleres que estamos ofreciendo”, aseguran.
La Palma ha atrapado a estos creadores. “Aquí descubres que existe el tiempo, y de ese tiempo brotó el sentir de la naturaleza, que en La Palma es un regalo para los sentidos; enamoran sus paisajes, su cielo y su gente”, afirman. “Es una isla con un magnetismo muy fuerte, una naturaleza extraordinaria y un punto en el planeta de trabajo interior maravilloso”, insisten. “La Isla me enganchó hace casi 20 años, vine a practicar deporte y todavía no me ha soltado”, admite Loyren. Todos reconocen que “la creatividad y la inspiración emanan fácilmente en esta tierra”. “Es una isla que te invita a vivir en sencillez y en permanente conexión con lo natural; para los creativos es perfecta”, sostiene Loyren.
Para esto artistas La Palma es “cielo, océano, horizonte, verde, verde, verde, negro, amarillo, marrón, azul?”. “La Isla es como una pincelada espontánea y candente en medio del Atlántico que enciende la llama de la creatividad e irradia un aliento salvajemente inspirador”, resaltan. “Es un corazón verde y enormemente energético en medio del azul atlántico, crisol de transformación y creación”. Loyren, particularmente, ve este territorio isleño como “una dragona verde y poderosa, que sueña recostada dulcemente sobre las olas hasta que vuelva a despertar nuevamente y abra sus fauces sobre el mar que la sustenta”.