El artista que le atrae la belleza del error

Es un artista que siente atracción por “el error, lo anómalo, lo que no responde a la regla; me parece que encierra más atractivo por el hecho de no poder entenderse o reducirse. Supongo que eso es una forma de belleza”. Para Rubén Sánchez (Santa Cruz de La Palma, 1981), licenciado en Bellas Artes por la Universidad de La Laguna, doctorado en Arte, titulado superior en Saxofón por el Conservatorio Superior de Música de Canarias y Master of Arts por la Universität der Künste de Berlín, donde reside actualmente, pintar le permite “vivir y ser feliz en algunos momentos. Si no pinto, no soy yo. Pinto ergo existo”, ha señalado a LA PALMA AHORA.

Rubén Sánchez ha inaugurado este viernes una exposición con el título 'The End of the World' en la sala de arte 'Hay un mundo por conocer? La Palma' de la Molina Artesanía, en la capital. Se trata de una muestra muy particular, que podrá visitarse hasta final de mes, en la que los cuadros están pintados y colgados al revés. “Pretendo que el espectador se olvide en principio de que se trata de la representación figurativa de algo y se centre en los colores y en la textura, y que disfrute de la imagen en un primer momento desde un punto de vista más puramente estético. También persigo que la imagen tenga mayor recorrido en la mirada del espectador”, explica el creador, que desde abril de 2008 vive en Alemania. “Me fui principalmente a probar suerte como artista. He estudiado un máster, he trabajado en museos y ahora, a parte de mi trabajo como artista, ejerzo también como maestro de escuela”, señala.

En su nueva exposición, este creador utiliza como referencia el cielo a la salida y a la puesta de sol en La Palma. El color y las formas como elementos plásticos se encuentran en el centro de la investigación realizada este último año. El título de la muestra alude a que “el mundo se acaba en la línea del horizonte. En ese sentido el horizonte es un posible fin del mundo que se encuentra en todos los cuadros. Los cuadros están expuestos al revés. Un mundo de cabeza es un mundo que se aproxima a su fin, entendiéndolo de un modo poético”, aclara.

Rubén quiere resaltar en esta muestra la belleza de La Palma, de los amaneceres y atardeceres, su naturaleza, sus colores y formas. “Pero no me gustaría caer en un regionalismo injustificado. La salida o la puesta del sol y el cielo en general no es patrimonio de La Palma, aunque sí es cierto que es uno de los cielos más limpios, de ahí la relevancia que tiene la astronomía en la Isla”, recuerda.

A pesar de haber nacido en una isla tan luminosa como La Palma, no echa de menos su luz en Berlín. “Por supuesto, la luz es diferente y la de La Palma es maravillosa, pero también la de Berlín. De hecho, estaba barajando utilizar amaneceres o atardeceres de Berlín en esta serie y puede que lo haga en siguientes entregas”, adelanta.