La Caldera trasplanta las primeras 4 'Kunkeliella'

El universo vegetal de La Caldera de Taburiente se expande. Este mes de noviembre se han trasplantado las primeras cuatro plantas obtenidas en vivero de Kunkeliella sp“, ha informado este jueves el director-conservador del Parque Nacional de La Palma, Ángel Palomares. ”Dos de ellas, las más grandes (altura por diámetro en centímetros: 70x80 y 40x50)“, detalla, ”están en el jardín del Centro de Visitantes, donde se pretende hacer un seguimiento exhaustivo de su ciclo vital a esta cota (850 metros)“. Las otras dos (de menos de 10x10 centímetros), se han repoblado en los alrededores de los roques de La Cumbrecita, a 300 metros de cota por debajo del lugar donde se recogió su semilla, en el andén de Los Calzones Rotos, la primavera de 2012”.

La primera planta de Kunkeliella en La Palma fue descubierta, un año antes, en junio de 2011, en el citado enclave, en un bosquete virgen que sólo había sido pisado por expertos en escalada en contadas ocasiones. La repetida cornisa se encuentra en la parte oriental del Parque Nacional a 1.650 metros de altitud.

El entorno donde fue localizado el reseñado arbusto, prácticamente, no ha sido hollado por lo que, según expuso entonces Palomares, “nos servirá para saber cómo debía ser el sotobosque de esa zona La Palma hace dos mil años, cuando llegaron los primeros pobladores”.

En la primavera de 2012, prosigue Palomares, “se recogieron 56 semillas, se hizo un inventario del lugar, detectando 37 ejemplares, y se recogieron pliegos y muestras para su encuadre taxonómico (ver si es una población de alguna especie ya descrita o es una nueva especie para la ciencia) y para un futuro estudio genético”. El año 2013, en el mismo lugar, se han localizado 32 ejemplares.

El verano de 2012 se halló una segunda colonia con ocho ejemplares, a 1.900 de cota, en acantilados del barranco de Hoyo Verde.

En octubre de 2013, se ha descubierto una tercera localidad, “o tal vez se podría decir que es la continuación de la de los Calzones Rotos, por los acantilados que siguen hacia el norte, cerca del barranco de Los Breñuscos, con otros 27 ejemplares más”, alega Palomares. “A las plantas de la segunda y tercera localidad por ahora”, expone, “no se ha podido acceder para recolectar material”. El total de la población del taxón palmero en noviembre de 2013 es 67 ejemplares.

El año y medio posterior “a la primera recogida de material reproductor ha servido para ir conociendo cómo manejarla”. En este sentido, continúa Palomares, “hemos tenido un cierto éxito reproductivo con las plantas en el vivero. Pudimos observar el nacimiento de unas 20 plántulas. De ellas murieron la mayoría en las primeras fases, (comida por invertebrados o aves, daños en la manipulación, entre otras causas).

Indica que “se han hecho pruebas de la evolución posterior en macetas, con y sin plantas acompañantes de otras especies. Este género está descrito como hemiparásito, y aunque tiene clorofila, parece que se aprovecha de las plantas circundantes. Se ha comprobado que en compañía de tagasastes (Chamaecytisus proliferus) el crecimiento y desarrollo es muy superior a las plantas que crecen aisladas”. De hecho, subraya, “los ejemplares que no tienen planta acompañante en la maceta dejan de crecer cuando tienen seis o siete centímetros de altura”.

Depredador

La segunda vez que “se ha ido a recoger semillas (abril y julio de 2013), comenta, ”se ha hecho de forma individualizada de cada una de las plantas madre, para hacer siembras por separado y conocer si los descendientes son de todas ellas o solo de unos pocos ejemplares. Aunque no se realicen estudios genéticos, si todas las plantas tienen descendientes estamos garantizando la conservación de la diversidad. Se ha detectado que tiene un predador de los frutos cuando están verdes que se come la mitad del mismo dejando en la ramita la otra mitad“.

Cada vez que se ha visitado el lugar, resalta, “se han observado plantas que tenían a la vez flores, frutos juveniles (verdes) y en algunas ocasiones frutos maduros (blancos), por lo que no se conoce cuál es el elemento que la activa el inicio: lluvias, temperatura, horas de luz. No sabemos si la planta se puede autofecundar o es auto incompatible y necesita de la polinización desde otra planta para ser”.

“Como en el espacio donde viven hay casi 40 especies distintas”, anuncia, “vamos a tratar de comprobar si además de con tagasaste, crece y se desarrolla bien con alguna de las especies que allí abundan (Teline, Sideritis, Dactylis, Ferula, Pimpinella)”.

Las plantas del citado género, exclusivo de Canarias, detalla el director de La Caldera de Taburiente, “son parecidas a las retamas, pero con flores y frutos muy distintos”.

Explica que ha consultado lo que se sabe de las poblaciones de las diferentes especies de Kunkeliella. En este sentido expone que, “salvo error, en la Isla de Gran Canaria está descrita una especie, Kunkeliella canariensis”. En 2007, precisa, “tenía dos localidades en Guayadeque con un total de 29 (22 y 7) ejemplares” y subraya que “está declarada en peligro de extinción”.

En Tenerife “están descritas tres especies, una de ellas no se ha visto en los últimos años. La Kunkeliella subsuculenta vive en acantilados costeros del norte de Tenerife; tenía dos localidades en 2011 con 348 y 46 ejemplares, respectivamente, y está declarada en peligro de extinción. La Kunkeliella psilitoclada después de su descripción botánica, en visitas recientes, los botánicos no la han vuelto a localizar. Se considera extinta, aunque aparece entre las plantas en peligro de extinción”.

Palomares apunta que “la Kunkeliella retamoides, según el atlas de flora amenazada de 2003, tenía tres localidades al sur de Tenerife con 90, 1 y 2807 ejemplares respectivamente”.