El Plan de Emergencia Volcánica de Canarias (Pevolca) continúa este martes con la vigilancia de las últimas coladas que se mueven por el noroeste y que surgieron este domingo, tras la aparición de nuevas bocas eruptivas. A los expertos les preocupa especialmente la que se aproxima lentamente a La Laguna, si bien “no se prevé llevar a cabo nuevas evacuaciones”, aseguró el director técnico del plan, Miguel Ángel Morcuende.
Morcuende informó en rueda de prensa que esta colada “no se mueve con excesiva rapidez”, de hecho, a lo largo de la noche “tan solo ha logrado recorrer 100 metros”. No obstante, se va a seguir vigilando por si finalmente puede llegar a afectar a La Laguna. En concreto, el desborde de esta colada está a aproximadamente un kilómetro de la iglesia de La Laguna.
En la rueda de prensa posterior a la reunión diaria del comité de expertos, se apuntó que la previsión es que se acabe parando “si no recibe un enorme empuje en su zona trasera”, ha indicado el portavoz, quien ha vuelto a destacar que ese ramal de la nueva colada necesita “un impulso permanente detrás” para que siga avanzando. “Estaremos atentos a si el empuje se modifica y la colada pudiera avanzar más deprisa, pero ahora mismo no pensamos que pueda llegar a La Laguna”, ha enfatizado Morcuende, de ahí que por el momento no estén previstas más evacuaciones.
La portavoz del comité científico, María José Blanco, ha destacado que todos los centros de emisión del volcán estuvieron inactivos en algunos momentos sobre las 11.00 horas de este lunes.
Respecto al parón de casi 30 horas del cono principal, Blanco ha matizado que “visiblemente” no parecía emitir lava en superficie, pero las coladas centrales se han seguido alimentando a través de tubos, y ha añadido que “ni mucho menos” se puede descartar que vuelva a recuperar todo el vigor que ahora muestra el secundario.