Utilizar el arte como medio para realizar y apoyar proyectos que ayuden a la erradicación de la pobreza, es una buena iniciativa para todo el mundo. La grandeza de la solidaridad es que tanto ayuda al que la recibe como al que la da. Por extraño que parezca, a veces, intentar ayudar a los otros con sus problemas es una excelente vía para resolver nuestras propias dificultades. Muchos problemas emocionales podrían disiparse cuando dejamos de estar concentrados en nosotros mismos y destruimos la barrera que nos separa de los demás.
La solidaridad rompe el aislamiento, te ubica en una posición de comprensión frente a los demás y contribuye a tener una mejor opinión de ti mismo; ser solidario aporta felicidad a todas las partes; la felicidad con mayúscula consiste en hacer el bien. Hay una estrecha relación entre el bienestar personal y la preocupación por el bienestar de los demás. Ser solidario aporta grandes valores y nos construye como personas, genera fortaleza emocional y hace que te conozcas más profundamente a ti mismo, sacándonos el mejor potencial como seres humanos.
Pocas cosas me hacen tan feliz como pintar un cuadro con fines solidarios, saber que mi trabajo puede generar bienestar a personas desfavorecidas me llena de multitud de emociones positivas.
Este artículo es un humilde homenaje a los artistas que aportan su talento para ayudar a los demás. EL ARTE TAMBIÉN ES SOLIDARIO.
*Santiago Jorge es pintor y coach artístico