Fútbol en La Palma y COVID: se veía venir
La rotura semanal de la burbuja Isla de La Palma por parte de los equipos palmeros que juegan en Tercera División, trasladándose a Tenerife y con viajes de equipos de Tenerife a la Isla de La Palma, el enorme movimiento de personas entre municipios de la Isla para asistir a los partidos, el desplazamiento de jugadores de otras islas para jugar en equipos de la Preferente palmera, que independientemente de todas las pruebas diagnósticas que se lleven a cabo, significa almuerzos y contactos con muchas personas que en esta época entraña un riesgo innecesario, y así otras muchas más penalidades que nos han traído malas noticias. Sin embargo el ocio y el tiempo libre de unas pocas personas, el dichoso espectáculo de unos pocos sobre unos muchos, ha sido más importante para muchas personas que la salud, los colegios, la sanidad, etc.
Los disparates que se han venido viviendo en estas últimas semanas en el mundo del Fútbol en la Isla, en las diversas categorías, han sido la siembra perfecta para que llegáramos a la actual situación, desconociendo el que suscribe de dónde proviene el brote en la UD Fuencaliente, pero conociendo una serie de lamentables situaciones que el mundo del fútbol tiene que evitar, porque no podemos exigir siempre que vengan las administraciones a resolvernos los problemas, o que vengan las autoridades a prohibir algo que el sentido común demuestra que es inconcebible.
Traduciendo a mi lenguaje, el fútbol en la Isla de La Palma es intocable y ni el coronavirus ni el sentido común lograron enmendar en los campos de fútbol un comportamiento irracional que desgraciadamente nos ha traído este brote a la Isla de La Palma.
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