Espacio de opinión de La Palma Ahora
Izquierda Unida cierra su sede en la capital palmera
Era una crónica anunciada, tras el cisma producido hace un año en la coalición de partidos de izquierda (IUC), motivada por unas declaraciones de Antonio Érmetes Brito González, hasta entonces el único concejal de la formación en el Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma, que publicaba un artículo en el que cuestionaba la Ley contra la Violencia de Género y se mostraba crítico con el movimiento feminista, alejándose de las tesis oficiales del partido.
Izquierda Unida Canaria, en la isla de La Palma, es una formación minoritaria, posiblemente ello motivó la falta de coordinación interna para evitar que dicha situación sucediera; sea como fuera, lo cierto es que el concejal, ahora no adscrito, (aunque ha cursado su petición de afiliación al PSOE y está a la espera de resolución), contribuía con la asignación económica que aporta el Ayuntamiento a los distintos grupos políticos al mantenimiento del local, cuyo coste superaba los 200 euros mensuales, y que sirvió tanto para la celebración de las distintas reuniones, asambleas y actos propios de la formación, como para dar cobertura a otros movimientos sociales, incluso cobijo provisional, a alguna persona sin hogar (precisamente gracias a la intermediación del propio Antonio Érmetes), problema este que se ha agravado en la capital palmera.
Por tanto, ya no lucirá más la bandera republicana, o símbolos de apoyo a causas como el feminismo, en esa esquina de la Avenida El Puente.
Ahora queda por determinar si Izquierda Unida Canaria en La Palma (que tiene representación y sedes en Tazacorte y Los Llanos de Aridane), volverá a tener una asamblea local en la capital, o si por el contrario este nicho es ocupado por otras iniciativas. Además, queda por saber también si Antonio Érmetes , fruto de la reflexión, dimite antes de que acabe el año, dando paso a una nueva etapa, o de lo contrario mantiene su mutismo sobre un tema que no debería ser baladí para sus votantes, ni para cualquier persona que se considere demócrata.
Era una crónica anunciada, tras el cisma producido hace un año en la coalición de partidos de izquierda (IUC), motivada por unas declaraciones de Antonio Érmetes Brito González, hasta entonces el único concejal de la formación en el Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma, que publicaba un artículo en el que cuestionaba la Ley contra la Violencia de Género y se mostraba crítico con el movimiento feminista, alejándose de las tesis oficiales del partido.
Izquierda Unida Canaria, en la isla de La Palma, es una formación minoritaria, posiblemente ello motivó la falta de coordinación interna para evitar que dicha situación sucediera; sea como fuera, lo cierto es que el concejal, ahora no adscrito, (aunque ha cursado su petición de afiliación al PSOE y está a la espera de resolución), contribuía con la asignación económica que aporta el Ayuntamiento a los distintos grupos políticos al mantenimiento del local, cuyo coste superaba los 200 euros mensuales, y que sirvió tanto para la celebración de las distintas reuniones, asambleas y actos propios de la formación, como para dar cobertura a otros movimientos sociales, incluso cobijo provisional, a alguna persona sin hogar (precisamente gracias a la intermediación del propio Antonio Érmetes), problema este que se ha agravado en la capital palmera.