Malviven en la escollera
del aeropuerto palmero
bajo el duro solajero
al pie de la carretera.
No es sitio de la palmera
ni hábitat del palmeral,
mejor plantar tarajal
que aguanta la maresía,
la sal del suelo lo cría
y soporta el vendaval.
Jócamo, 20.VIII.2022
Nota: Cruel tormento al que se han sometido las palmeras canarias plantadas a lo largo de la vía de acceso al Aeropuerto de La Palma (LP- 5).
Esa escollera fue ganada al mar sobre el coqueto varadero de La Caleta del Palo, rellenada con escombros apisonados con agua salada, inaptos para el cultivo de palmeras canarias (Phoenix canariensis) que no soporta el suelo salino ni la maresía de la zona.
Fue un error plantarlas y sería inútil replantarlas.
Aprovechando los alcorques con el suelo añadido en su día para plantar las palmeras, la lógica ecológica nos dice que deben plantarse tarajales (Tamarix canariensis), especie halófila, autóctona, que debidamente guiada -en sus primeros años- y podada periódicamente para renovar su copa, se convierte en un arbolito ideal para la zona, evitando el penoso aspecto que en la actualidad presentan las raquíticas palmeras que han logrado sobrevivir.
A ver si nuestro querido Cabildo Insular junto con AENA toman nota. La recomendación es gratuita, llevarla a cabo no es costoso y, sin duda, más agradable para el primer impacto visual que perciben los visitantes a la Isla Bonita.