Preciosa la conjunción
del vapor sobre la lava,
que a la mar nos recordaba
llevando a la confusión.
Surge la evaporación
como un mar de poesía,
derramando maresía
sobre el pueblo circundante,
que soñó por un instante
si era el mar que lo invadía.
Jócamo, 8.XII.2022
NOTA: Confieso que a primera vista quedé desconcertado, no vi el mar de lavas, sino la mar de verdad. Una mar borrascosa y encrespada como la reflejada en las magistrales acuarelas de Bonín o de tantos otros artistas atrapados por la maravilla del Atlántico enfurecido.
La naturaleza es capaz de desbordar la imaginación del observador, transportándolo a un mundo onírico surrealista o desvelándonos con su mágico realismo.
Así son los volcanes, así fue Tajogaite.