Una oportunidad

Una idea común que venimos escuchando desde hace mucho tiempo es la de la necesidad de diversificación de la economía, no sólo respecto a Canarias en su totalidad, sino en referencia a La Palma en particular, sobre la base de un modelo, a mi entender, hasta hace muy poco, inexistente o carente de rumbo claro.

Dicha situación de partida hace que en momentos difíciles, desgraciadamente, nuestra Isla no se encuentre con recursos suficientes ni en las condiciones más adecuadas para afrontar con relativo éxito la situación actual obligándonos a actuar, necesariamente, desde la responsabilidad, sin perder el tiempo en cuestiones superfluas, y con paso firme hacia la inmediata necesidad de sacar adelante a la isla.

Por eso, es necesario, no “escuchar los humores superficiales, sino las cuestiones de fondo”, como señala Remo Bodei, ya que la verdad efectiva sólo es la que produce resultado. No se trata de la aceptación de lo que pasa, de no tener ideales, pero tampoco de vivir en ellos. No es momento de idealismos irrealizables, pero sí, de ponerse manos a la obra en la puesta en marcha de proyectos que pueden ser una realidad, en nuevos caminos para nuevos y mejores resultados pero también, para lograr el avance de lo existente.

Ideas ahora, realidades a corto, medio y largo plazo como importante fuente de empleo para los habitantes de La Palma.

Son tiempos en los que tenemos, más que nunca, lo que en derecho se llama “obligación de resultado”, con efectos en la situación socioeconómica de la Isla, más allá de visiones cortoplacistas, o de la obsesión por, en lugar de trabajar en poner los cimientos firmes para el desarrollo económico progresivo y ordenado, la de la obtención de resultados inmediatos pero efímeros, lo que parece haber guiado determinadas actitudes pasadas.

En este modelo, la unión de las instituciones y responsables públicos es fundamental, pero también, la comprensión, la implicación y el apoyo de la sociedad y de los diferentes sectores económicos. También el equilibrio entre el apoyo a nuestra economía tradicional de manera firme, y la apertura a nuevas formas de desarrollo debe ser una constante.

A veces, una misma se pregunta si una idea es realizable o por el contrario, es imposible llevarla a la práctica. Y esta misma semana, en varios encuentros, se han tratado proyectos muy interesantes para nuestra Isla que, definitivamente, pueden ser próximas realidades.

Por ser de los que van tomando forma, destacaré la idea del desarrollo del Proyecto Antares y del Parque Tecnológico y Científico, en la que se aúnan las voluntades del actual equipo de gobierno del Cabildo Insular de La Palma pero también la manifestada por el Gobierno de Canarias y, de manera importante, el apoyo del Ministerio de Economía y Competitividad, a través de la Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación.

Un nuevo avance, esta semana, y como continuidad a varios encuentros mantenidos en Madrid, en que nos han visitado miembros del equipo de la Secretaría de Estado que, además de conocer diferentes lugares de la Isla de interés para el proyecto, han participado en unas jornadas, organizadas por el actual equipo de gobierno de la Institución Insular palmera, en las que además de representantes de las administraciones implicadas, han participado personas relevantes de proyectos desarrollados o existentes en la Isla, como los representantes las importantes instalaciones con las que cuenta el Instituto de Astrofísica de Canarias en el Observatorio del Roque de los Muchachos o el avance en Telemedicina en la Isla.

Paso a paso, una realidad. Una a una, oportunidades para la Isla.

Una idea común que venimos escuchando desde hace mucho tiempo es la de la necesidad de diversificación de la economía, no sólo respecto a Canarias en su totalidad, sino en referencia a La Palma en particular, sobre la base de un modelo, a mi entender, hasta hace muy poco, inexistente o carente de rumbo claro.

Dicha situación de partida hace que en momentos difíciles, desgraciadamente, nuestra Isla no se encuentre con recursos suficientes ni en las condiciones más adecuadas para afrontar con relativo éxito la situación actual obligándonos a actuar, necesariamente, desde la responsabilidad, sin perder el tiempo en cuestiones superfluas, y con paso firme hacia la inmediata necesidad de sacar adelante a la isla.