Espacio de opinión de La Palma Ahora
Los padres y las tareas escolares
Es un tema recurrente por mi parte no entender lo que pasa con los padres, los maestros y las tareas escolares. Por una parte los maestros creen que al marcar determinadas actividades al alumnado, aunque este alumnado no sepa hacerlas, fomenta que los padres se sienten con sus hijos. Maestros que no se paran a pensar qué pasa con aquellos niños que viven con sus abuelos, abuelos mayores que en algunos casos son incapaces de dedicarle la energía que sus nietos demandan, o maestros que no valoran las circunstancias familiares en las que conviven los menores, pretendiendo que padres de familias desestructuradas, con miserias económicas varias, se sienten con sus hijos a realizar las tareas, cuando simplemente estos padres no pueden, no saben o no quieren, porque la educación de sus hijos les importa más bien poco.
Me cuentan que a los niños de primero de primaria se les indica que realicen determinadas manualidades que estos no saben hacer, ni la más espabilada de la clase, obligando a sus padres a sentarse con los niños. Independientemente de la protesta que los padres deberían de realizar, porque las manualidades las tienen que hacer los niños, no los padres, me cuentan que en otro colegio la maestra nueva no quiere que los padres ayuden a la niña de 5º de primaria a realizar los ejercicios. Cal y arena, de lo cual me alegro, porque pensaba que sólo los grandes estudiosos de la pedagogía y la metodología didáctica, estaban en contra de que los padres se sentaran con sus hijos a realizar las tareas.
Sólo unos pocos argumentos para recalcar por qué los padres no tienen por qué sentarse a realizar las tareas escolares con sus hijos: a) Quien hace la tarea a su hijo lo despoja del elemental derecho de hacer y crecer. Así de fácil, para el que aprende es útil el trabajo. b) Si se le hace la tarea al menor se le está usurpando el derecho a trabajar para descubrir. c) Hacer los deberes con la niña genera dependencia y si la niña tiene dificultades refuerza la idea de que no es capaz de hacerlo ella sola. d) Si los padres hacen la tarea, los niños no descubrirán los errores ni serán capaces de corregirlos, sólo serán aparatos de reproducción, memorizando rutinas. e) Explicar conceptos que los padres no dominan, empeora la formación de sus hijos. f) Si la escuela ha de preparar al niño para la vida; entonces, si los padres le hacen la tarea, el niño presentará ante los maestros resultados que en realidad no son auténticos, por tanto ¿cuándo el niño sea adulto será este capaz de resolver, dignamente, los complicados problemas de la vida?
Desde el punto de vista de personas que saben mucho más que yo sobre estos temas, la función de los padres debe ser la siguiente: 1) Asegurar que sus niños y adolescentes tengan un comportamiento adecuado en las lecciones que estos reciban, permitiendo al profesorado la ejecución de cuantas actividades de motivación les permita su horario lectivo. 2) Preguntar a sus hijos qué han hecho hoy en el colegio, que los niños les expliquen a los padres qué han aprendido, de ese modo logramos que los niños presten atención en sus centros educativos y por otro lado los involucramos en el saber. 3) Asegurarse que sus hijos sepan la tarea que tienen que realizar y que la realicen. Preguntando a la hora que puedan los padres, qué tarea realizaron y de qué iban esas actividades, dejando para el especialista (maestras y profesores) la corrección de la tarea. 4) Comprobar que el menor ha corregido en clase los deberes y en que ha fallado.
En síntesis, hacer de entrenadores SI, hacer las tareas y actividades al menor NO.
Es un tema recurrente por mi parte no entender lo que pasa con los padres, los maestros y las tareas escolares. Por una parte los maestros creen que al marcar determinadas actividades al alumnado, aunque este alumnado no sepa hacerlas, fomenta que los padres se sienten con sus hijos. Maestros que no se paran a pensar qué pasa con aquellos niños que viven con sus abuelos, abuelos mayores que en algunos casos son incapaces de dedicarle la energía que sus nietos demandan, o maestros que no valoran las circunstancias familiares en las que conviven los menores, pretendiendo que padres de familias desestructuradas, con miserias económicas varias, se sienten con sus hijos a realizar las tareas, cuando simplemente estos padres no pueden, no saben o no quieren, porque la educación de sus hijos les importa más bien poco.
Me cuentan que a los niños de primero de primaria se les indica que realicen determinadas manualidades que estos no saben hacer, ni la más espabilada de la clase, obligando a sus padres a sentarse con los niños. Independientemente de la protesta que los padres deberían de realizar, porque las manualidades las tienen que hacer los niños, no los padres, me cuentan que en otro colegio la maestra nueva no quiere que los padres ayuden a la niña de 5º de primaria a realizar los ejercicios. Cal y arena, de lo cual me alegro, porque pensaba que sólo los grandes estudiosos de la pedagogía y la metodología didáctica, estaban en contra de que los padres se sentaran con sus hijos a realizar las tareas.