Singular y delicada
esta bella cineraria,
exclusiva de Nivaria
es por todos admirada.
En taliscas, enriscada,
con las hojas bicolores,
destacan sus lindas flores
desde rosa hasta violetas,
que se menean coquetas
arrullando sus colores.
Jócamo, 5.VI.2024
NOTA: La nomenclatura botánica (nombres de las plantas) se fundamenta en el sistema binomial acuñado por el botánico sueco Carlos Linneo. Cada especie se rige por dos nombres: el primero corresponde al género y el segundo afina la especie. Así nuestra “palomera”, fue primero descrita como Senecio heretierii. Ocurre a menudo, para tormento del prójimo, que los nombres cambian porque varían los criterios que utilizamos los botánicos para definir las especies a la hora de clasificarlas con rigor científico.
La especie que nos ocupa, también ha sido ubicada en otros géneros afines a Senecio, como el popular sudafricano Cineraria o el macaronésico Pericallis, donde prevalece en la actualidad con el nombre de Pericallis lanata.
En Canarias, los Pericallis son un grupo muy variable, que van desde hierbas perennes hasta arbustos sarmentosos, que reciben diferentes nombres comunes según las islas (flor de mayo, encimbas, arcilas, horjales, tusilago, etc.).
La palomera es endémica del SE-SO de Tenerife, donde destaca en los cantiles de los barrancos por sus hojas lanosas y bicolores: verde-grisáceas por el haz y blancas por el envés. Las flores se agrupan en vistosos capítulos de color rosa, malva o violeta, trémulos con la brisa.
Su valor ornamental ha sido motivo de experimentación donde se ha tipificado un híbrido con Pericallis cruenta, otro endemismo tinerfeño, descrito en floricultura como Pericallis x hybrida.