La lava que mana de la nueva rotura del cono cubre los “islotes” no afectados por las anteriores coladas

El cono del volcán de La Palma se sigue reconfigurando continuamente. La nueva ruptura de este lunes ha vuelto a provocar que una gran cantidad de lava se dirija principalmente hacia el oeste. Esto significa que la masa se mueve por encima y a través de los tubos lávicos de las coladas primigenias (la 1 y la 4, según la denominación cronológica de la UME). El director técnico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende, ha explicado este martes en rueda de prensa que este nuevo aporte lávico está rellenando la superficie de aquellos “islotes” de tierra que quedaban invictos por el volcán. Este relleno hace que el número total de hectáreas afectadas ascienda a 879,69, lo que supone 27,42 más que este lunes. 

En cuanto al resto de coladas, la que se dirigía a la montaña de La Laguna permanece “bastante parada”. En una imagen mostrada por el técnico durante la rueda de prensa, se observa cómo un trozo del colegio del barrio todavía queda libre de lava. Esta lengua (la 8, según la UME) ha tomado un rumbo suroeste, por lo que va a tratar de “unirse a la colada 7 o, por lo menos, ese es el destino más razonable”, ha dicho Morcuende, que advirtió también del problema que generaría que, como consecuencia de la rotura del cono, esta colada también pueda iniciar un camino por el norte de la montaña de La Laguna. “Por eso”, ha puntualizado, “evacuamos los barrios” del término municipal de Tazacorte. 

La última que se ha creado, la que se mueve más al sur (la 10, según la UME), es más estrecha y se ha quedado parada a 150 metros del parque fotovoltaico, a 250 metros de las viviendas de Corazoncillo y a 600 metros del cementerio de Las Manchas. En un primer momento, la rotura generó un mayor aporte lávico a las coladas norte, mientras que el último desgajamiento ha provocado que la lava salga por el sur en los últimos días, lo que ha formado la colada 10. 

El volcán ha cogido fuerza en las últimas horas y eso también ha desembocado en un aumento de los niveles del dióxido de azufre. En Puntagorda han sobrepasado los niveles horarios, “probablemente debido a las presiones de los vientos locales”. El experto ha reconocido que este es un asunto que “preocupa” y que hará que se emita “algún comunicado” para que en determinados momentos la población de la zona lleve mascarillas FFP2 y “restringir la actividad física al aire libre”. Todo ello hace pensar a los científicos que “el fin de la emergencia está lejos. Hay erupción para un tiempo medio-largo”, ha asegurado Morcuende.

Deformación de casi 10 centímetros

La deformación de casi diez centímetros del terreno detectada en el área de la erupción volcánica de Cumbre Vieja podría anticipar un aumento del canal de lava o a la apertura o cierre de algún punto de emisión. La directora en Canarias del Instituto Geográfico Nacional (GN), María José Blanco, ha explicado que esta deformación del terreno ya se ha producido en dos ocasiones y ha estado acompañada de un aumento de la lava y del cierre o apertura del algún punto de emisión, siempre en la zona de exclusión del volcán.

Sin embargo, la experta ha reconocido que este fenómeno, a la espera de mejorar las mediciones, parece ser superficial.

Edificaciones y hectáreas afectadas

Según los datos del Catastro, hay 1.291 edificaciones afectadas, 1.038 de uso residencial, 135 son de uso agrícola, 64 industriales, 30 de ocio y hostelería, 11 de uso público y 14 con otros fines.

Las cifras que arroja el sistema aéreo Copernicus son algo más elevadas, como siempre: 2.286 edificaciones afectadas. De ellas, 2.162 están destruidas y 24 permanecen bajo riesgo.

Albergados

Las personas albergadas hasta el momento por la erupción son 452, una menos que ayer. De ellas, 387 están en el hotel de Fuencaliente y 65 en otro en Los Llanos de Aridane. Además, 38 personas dependientes están en centros sociosanitarios de la isla, ocho menos que la ultima vez que se ofreció el dato.