La formación ecosocialista ‘Sí se puede’ asegura que “Fuencaliente es el municipio palmero con mayor potencial para el desarrollo de energías renovables”. En un comunicado indica que el coportavoz de la plataforma para un nuevo modelo energético de Canarias, Antonio Cabrera, sostiene que “el sur de la Isla es uno de los lugares con mayor potencial para el desarrollo de energías renovables de Canarias, por sus características para el aprovechamiento eólico, solar, y geotérmico. Además de contar con un desnivel importante para la hidráulica de bombeo”.
Para Sí se puede, “el Ayuntamiento de Fuencaliente, a través de una planificación participativa, debe ser quien lidere el proceso para el desarrollo de energías limpias en el municipio, en vez de seguir apostando por la implantación de iniciativas caducas y especulativas como el proyecto del campo de golf”.
“El desarrollo de este tipo de energía”, añade, “supondría una fuente de ingresos considerable para la institución municipal, como ejemplo está la participación del Ayuntamiento en el parque eólico de Las Cabras a través de Eólicas de Fuencaliente SA, ingresos que se pueden destinar a la mejora de las infraestructuras y políticas sociales”. Subraya que también se convertiría “en un sector importante para la generación de empleos en el municipio y el desarrollo de investigación científica en este campo”.
El movimiento social y político Sí se puede-Fuencaliente considera que “la parálisis que existe en la implantación de este tipo de energías” se debe a que “no hay voluntad política en los gobernantes insulares y autonómicos para acometer la solución a los sobrecostes del sistema eléctrico palmero”. Detalla que el sobrecoste correspondiente al año 2013 se eleva 62 millones de euros, “lo que representa el 78% del presupuesto del Cabildo”.
Alega que “esta situación tiene un beneficiario: Unelco-Endesa”, mientras que “la ciudadanía palmera es la perjudicada, puesto que somos las que mantenemos, con el pago del recibo de la luz, un sistema eléctrico caro, contaminante y que abandona los recursos renovables propios.”
Concluye que “la solución a este grave problema sólo se producirá en el marco de una nueva cultura energética con la ciudadanía como principal protagonista para cambiar la forma de generar y consumir la electricidad, siendo la generación distribuida con renovables y las políticas de ahorro y eficiencia los criterios principales para transitar hacia el nuevo modelo energético que la Isla demanda.”