Mister Sabas y su famoso león se han estrenado este lunes en el tradicional desfile de los mascarones y gigantes de las Fiestas de Mayo de Santa Cruz de La Palma. Los protagonistas del rocambolesco suceso ocurrido en 1935 se han incorporado a los personajes de los festejos de La Cruz y han recorrido las calles céntricas de la capital junto a emblemáticas figuras como Biscuit, la Luna de Valencia, Las Mendozas o Los Asmáticos.
Mister Sabas y su león se merecen por derecho propio un lugar en el tradicional desfile de las fiestas de mayo. El singular suceso ha sido recogido por el escritor e investigador Anelio Rodríguez Concepción en el libro Historia de Mister Sabas, domador de leones, y de su admirable familia del Circo Toti.
El 21 de enero de 1935, el Circo Yugoslavo se encontraba ubicado en la Plaza de San Fernando de Santa Cruz de La Palma, en la conocida como Explanada, ubicada en la salida norte de la capital. Su número más espectacular era el de los feroces leones y su domador Mr. Sabas Jorgevic, a la sazón empresario y director del circo. En las jaulas se encontraban los cinco leones, dos machos y tres hembras en una tarde que se presentaba tranquila, pero que habría de pasar a formar parte del anecdotario de la isla.
Anelio Rodríguez Concepción ha indagado en esta historia estableciendo los hechos que han permanecido en la memoria de varias generaciones. “Imagínate”, relató a este periódico en 2010 Rodríguez Concepción, “el revuelo en un lugar pequeño como Santa Cruz de La Palma al escaparse un león”.
A las cinco de la tarde, Mr. Sabas tomaba café con unos amigos cuando escuchó una voz alarmada anunciado que uno de los leones del circo se había escapado. “¡El más fiero de los leones!”, puntualiza Anelio Rodríguez en su relato. “Todo el mundo corría de un lado para otro, se refugiaron en sus casas o en sus trabajos”.
Al parecer el león, que respondía al nombre de Sultán, trepó por las barras de la jaula rompiendo la red superior logrando salir y sembrar el pánico entre la población muy a pesar de tratarse de un león viejo y cansado. Durante dos horas un estado de alarma dominó la ciudad.