El Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma ha celebrado este viernes un acto institucional para reconocer la labor de Eduardo Pérez, que se jubiló el pasado lunes después de casi 41 años de servicio en la Policía Local, los últimos 16 ejerciendo como jefe del cuerpo. El alcalde, Sergio Matos, en presencia de los miembros de la Corporación, le hizo entrega de una placa y le agradeció la labor desempeñada durante más de cuatro décadas, en las que, dijo, “ha visto cómo ha cambiado la ciudad”. “Ha habido momentos buenos, muy felices, y también momentos muy duros, porque es difícil ser servidor público, pero la Policía Local es muy necesaria porque es el cuerpo más cercano a la ciudadanía”, subrayó Matos, y agregó: “Ahora tienes que disfrutar de la familia y de la vida; esta siempre será tu casa”.
Eduardo Pérez, que estuvo arropado por compañeros de la Policía Local, responsables de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía, familiares y amigos, destacó que “he tenido el honor de dirigir una plantilla corta pero muy comprometida y profesionalizada, una plantilla que está viva y que ha sido capaz de realizar unos servicios extraordinarios, y para la que solo tengo elogios. Siempre me he sentido respaldado por sus miembros, por las autoridades y por los ciudadanos, y agradezco enormemente su apoyo y colaboración, su compañerismo y afecto”. “La activa e intensa compenetración de los efectivos la Policía Local de Santa Cruz de La Palma ha contribuido al éxito de su plantilla, y a que sea en la actualidad un cuerpo totalmente profesionalizado, como he dicho, y coordinado con los demás integrantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Esta situación, junto al civismo de nuestros vecinos, hacen que la ciudad tenga hoy un comportamiento ejemplar y que sea más segura”, añadió.
“Ha llegado el momento de retirarme. Ha terminado una etapa de mi vida y tengo que encontrar un nuevo objetivo. Manifiesto mi gratitud a las autoridades que han depositado su confianza en mí, y a mi familia, de la que no he podido disfrutar como se merece en los últimos 16 años por las exigencias del cargo”, recalcó.
“Hoy me doy cuenta de que lo más importante que hay en la vida no es el pago que podamos recibir por el trabajo que hacemos sino la satisfacción que sentimos al observar que esta labor contribuye a mejorar nuestra sociedad. También me he dado cuenta de que, a partir de ahora, tengo que saber administrar mi tiempo para vivir intensamente con mi familia y regalarles experiencias a mis nietos, demostrándoles que he vuelto para no irme más”, concluyó.