El Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma quiere apoyar la práctica del slackline como una actividad deportiva “con notables posibilidades de implantación y crecimiento en la Isla, gracias al trabajo que viene realizando la Asociación Juvenil Slackriders, que promueve esta modalidad en La Palma”, se apunta en una nota de prensa del Consistorio capitalino.
El slackline es un deporte que consiste en mantener el equilibrio sobre una línea de apenas unos centímetros de ancho suspendida en el aire entre dos puntos y cruzarla, una actividad que en principio puede parecer sencilla, pero que requiere importantes dosis de esfuerzo y concentración.
“Creemos que la práctica del slakline puede despertar el interés de muchas personas de nuestra Isla, tal y como hemos comprobado en el taller impartido recientemente en el Centro Multiusos Roberto Rodríguez Estrello o en la exhibición de highline que pudimos disfrutar en la plaza de España durante la celebración del Día del Corsario, el pasado 4 de agosto”, asegura el concejal de Deportes y Juventud de Santa Cruz de La Palma, Raico Arrocha.
El concejal explica en estos momentos se trabaja junto a la Asociación Juvenil Slackriders en la organización de “un gran evento ligado a esta modalidad que tendrá lugar después del verano y en el que podrá disfrutarse en toda su dimensión de la espectacularidad y posibilidades de este deporte”. Además, el Ayuntamiento habilitará un espacio para su práctica en la playa de Santa Cruz de La Palma, junto a la nueva zona de fútbol playa y vóley playa.
Desde la Asociación Juvenil Slackriders se indica que este deporte es apto para ser practicado por cualquier persona, con independencia de su edad. Al igual que los niños aprenden a mantener el equilibrio y andar, en el slackline se necesitan unos pocos días para que el cuerpo se adapte a caminar sobre líneas cortas y se puedan afrontar nuevos retos.
Existen diferentes modalidades de esta práctica deportiva: el slackline se realiza a nivel de suelo y puede variar en largo y en tensión; en el longline se usan líneas desde los 30 metros de longitud o más; el tricklilne utiliza una línea muy tensa que permite rebotar y hacer diferentes trucos, siendo esta categoría la habitual en las competiciones; el waterline se practica sobre el agua, lo que aumenta la dificultad al perderse la referencia de horizontalidad que representa un suelo firme; por último, el highline es la modalidad más difícil, ya que se practica a gran altura, siempre con arnés y las medidas de seguridad pertinentes.