Emotivo homenaje al soldado británico que apareció muerto en la costa de Mazo

El cementerio de San Blas de la Villa de Mazo vivió este miércoles una ceremonia inusual y emotiva. El camposanto acogió un homenaje al soldado británico John Lee, cuyo cuerpo sin vida y mutilado apareció en 1943 en la playa de Las Goteras. En el 75 aniversario de este suceso, que conmovió al municipio, han estado presentes el embajador del Reino Unido en España, Simon Manley; la cónsul británica en Andalucía, Canarias, Ceuta y Melilla, Charmaine Arbuin, y Helen Keating, vicecónsul británica en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, junto a las autoridades insulares y locales.

Este episodio es uno de los más desconocidos de la historia de la Villa de Mazo y muchos desconocen que los restos de John Lee se encuentran enterrados en el cementerio de San Blas desde hace 75 años.

Los representantes del Ayuntamiento de Mazo, encabezados por su alcalde, José María Pestana, acompañaron al cuerpo consular británico al camposanto municipal y descubrieron una placa conmemorativa en el 75 aniversario del soldado británico en la playa de Las Goteras.

La historia de John Lee

A comienzos de marzo de 1943, apareció en la playa de Las Goteras el cadáver mutilado de un soldado británico de nombre John Lee. John, de veintidós años de edad, natural de la ciudad escocesa de Glasgow, pertenecía a la Marítime Regiment Royal Artillery de la Marina Real Británica y su destino era dar apoyo marítimo a los barcos que trasladaban alimentos y maquinaria desde los EEUU a Gran Bretaña, pero los U2 (submarinos alemanes) hundieron el barco escolta y el cuerpo de Lee fue traído por las corrientes marinas.

Tras el conocimiento por parte de las autoridades inglesas del hallazgo del cuerpo y su posterior enterramiento en el cementerio de Mazo, contactaron con las autoridades municipales del momento. Siendo alcalde Toribio Brito, el 21 de julio de 1951, se da cuenta de una instancia presentada por el cónsul británico para las Islas Canarias, Eric Lionel Fox, donde se exponía que se deseaba adquirir en perpetuidad el pedazo de terreno del cementerio donde descansaba su compatriota. “Eran estos momentos difíciles, pues gobernaba el dictador Franco y España no tenía relaciones internacionales fluidas. Tuvieron que pasar algunos meses para que se aprobara la solicitud y por fin el 21 de julio de 1951 se aprobó por el entonces ministro de la Gobernación Blas Pérez González que ese trozo del cementerio fuera declarado suelo inglés”, recuerdan fuentes municipales.

John Lee acabó formando parte de la historia de Mazo, convirtiéndose en uno más de los inquilinos reconocidos y queridos del viejo cementerio de San Blas. La forma en la que apareció en la playa, sin cabeza y sin piernas, provocó una pena aún mayor en los habitantes del municipio y sobre aquel pedazo de tierra, que la mayoría desconocía que fuera de propiedad británica, siempre se encontraban flores frescas.