Dejar de pensar en “ego” y actuar de forma “eco”. Una simple letra cambia todo el paradigma, al igual que un “simple” acto impacta en todo el sistema.
Proteger a la naturaleza es, en cierta medida, decrecer. “Decrecer”, un término que es necesario que implementemos pues hemos llegado a un ritmo de vida que es insostenible, no solo desde el punto de vista ecológico, sino también desde el social.
Es, de veras, tan sencillo proteger a la naturaleza, que a veces me cuesta comprender qué parte del mensaje no entienden las personas que siguen vertiendo escombros de obras en barrancos, declarados Parques Naturales, como el Parque Natural de Las Nieves, cuyo barranco del Carmen está plagado de residuos de personas que piensan que dejándolos allí, el problema se resuelve, el hábitat los engulle, y por la acción de la maleza, “desaparecen” hasta que un par de personas que un día se reúnen para limpiar ese entorno y advierten su presencia. Y actúan. Se llaman ecologistas. Aunque podrías ser tú. Con tu nombre y tu apellido.
Cuidar de nuestra isla es respetar las normativas establecidas y si está prohibido ir en bicicleta por ciertos senderos, lo respetamos, si queremos no hacer más daño a los paisajes, volcánicos, frágiles.
No es capricho de las Administraciones, es por el bien común.
Una mayor protección de nuestro entorno también, es obvio, pasa por la educación. Pero ya nos sabemos la teoría. Pasar a la práctica es lo que nos queda. Que no se nos ocurra contaminar nuestro entorno, pero tampoco consentir que otros lo hagan. Y cuando digo otros me refiero a empresas pero también digo a ciudadanos. Como palmeros que somos, resilientes y vigorosos, actuemos como embajadores de nuestro valor ambiental, como policías guardianes de lo que es dañino para nuestra tierra. Es el momento de demostrar nuestro amor por lo nuestro y, sin duda, la mejor forma de hacerlo es protegiendo la naturaleza. Ahora que estamos en octubre, donde las banderas nacionales se lucen como emblema, es de justos afirmar que la mejor bandera es la de la sostenibilidad. La bandera de la lucha por un cambio que tenga a la preservación de naturaleza como principio fundamental.
Este martes, 18 de octubre, es el Día Mundial de Protección de la Naturaleza.