Olivares fallidos
No sabemos explicar
por qué se plantan olivos,
es otro de los cultivos
llamados a fracasar.
Falta agua para regar,
se nos secan las higueras,
ya no hay perales con peras
ni nueces en los nogales,
no hay moras en los morales
ni tunos en las tuneras.
Jócamo, 30.XII.2024
Nota: En alguna fuente de información leí que la cosecha de aceitunas del año 2024, en Canarias, ha sido un fracaso. La noticia lo achacaba al “cambio climático”, debido a la ausencia de bajas temperaturas invernales, necesarias para la salud del ciclo vital del olivo (Olea europaea), especie circunmediterránea por antonomasia.
Nada decía de las bajas precipitaciones anuales, que algo también tendrán que ver, aunque esta deficiencia se intente paliar con agua de riego, en algunos casos proveniente de las plantas desaladores insulares. Subrayo este aspecto, porque parece un despropósito plantar olivos en Canarias en condiciones límites para su desarrollo natural, sin el aporte extra de agua, que es cara y escasa. No acertamos a ver su viabilidad ecológica ni económica.
No debe olvidarse que precisamente por falta de rentabilidad económica, los olivares están siendo abandonados en muchas áreas marginales debido a su baja productividad, acentuada por el descenso de la pluviometría y aumento de las temperaturas en el ámbito de su área de distribución natural.
Estas prácticas agrícolas ajenas a toda lógica, la mayoría de las veces obedecen a modas pasajeras, incentivadas por subvenciones que no dejan de ser sospechosas de corruptelas burocráticas coyunturales. El futuro de estos olivares no parece ser diferente al de otros muchos cultivos tradicionales de secano (tuneras, higueras, almendreros, nispereros, castañeros, etc.), que con mayor arraigo y posibilidades comerciales que el olivo, han desaparecido o son testimoniales en la agricultura canaria.
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