La portada de mañana
Acceder
Puigdemont estira la cuerda pero no rompe con Sánchez
El impacto del cambio de régimen en Siria respaldado por EEUU, Israel y Turquía
OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

Pasada la resaca electoral, España se limpia viejas ‘legañas’ y se levanta en casa de doña democracia

0

En España teníamos resaca electoral y parece que la ingesta de grandes cantidades de democracia, de urnas y votos, no siempre le sienta igual a todo el mundo.

Mientras unos acataban el mandato popular, sustento básico de nuestra democracia, otros negaron la mayor, otros se negaron a aceptar que España es mucho más grande y libre que sus banderas recortadas.

Apelaron al ‘tamayazo’, por la corrupción y la compra de diputados/as socialistas, diputados/as “que defiendan a España”, por suplicar la igualdad entre españoles a los gritos de: “Marlaska maricón”; “Pedro Sánchez hijo de puta”, “Con los moros no tenéis cojones” o “Irene Montero puta”.

Porque la igualdad, sólo es válida siempre y cuando sean iguales a mí, supongo.

Pero los que creemos en el entendimiento entre distintos, en la igualdad entre diferentes, hoy recordamos las palabras del líder socialista Pedro Zerolo: “En su modelo de sociedad no quepo yo, en el mío sí cabe usted (…) su voto negativo es sólo temporal, los avances sociales son imparables.”

Y no porque se grite se tiene más razón, no porque se saquen más banderas se es más español.

España se defiende cuando se revalorizan las pensiones, cuando vamos en transporte público, cuando somos campeonas (que no campeones), cuando tenemos un contrato indefinido, cuando vamos a ver una obra de teatro, cuando se habla catalán o gallego, cuando se acata el mandato de las urnas.

Así que aquí seguiremos, defendiendo incluso a los que no nos toleran, hoy sacamos pecho de solucionar conflictos sin gritos, sin ira, porque sí, si quedaba alguna duda, este gobierno oxigenará la democracia.

Es el momento de pactar diferencias, de comernos nuestras palabras, de contradecirnos, de avanzar, de abandonar la unilateralidad y de darnos la mano. Así se ha construido España, así se construyó nuestra Constitución Española, con franquistas y comunistas sentados en la misma mesa ¿Quiénes somos nosotros ahora para negarnos ese diálogo, a ese debate?

La respuesta es clara, no somos nadie, sólo somos unos pocos millones de españoles que seguimos defendiendo la diferencia como vértebra institucional. La diferencia a la española.

Y por eso, que Viva España.

*Tomás González Francisco es secretario general de Juventudes Socialistas de La Palma