La ‘Ruta del Bastón de La Palma’
Corría el mes de julio del año 1968, un año después de que se fundara el histórico Grupo Montañero de La Palma (GMLP), cuando algunos montañeros de Santa Cruz de La Palma, y fundadores del Grupo, diseñaron y desarrollaron la conocida como ‘Ruta del Bastón’ que, partiendo desde Los Canarios, en Fuencaliente, recorría todo el sendero trazado a través de los volcanes de Cumbre Vieja y, ascendiendo hasta el Pico de La Nieve, cresteaba hasta el Roque de Los Muchachos, a 2426 metros, para descender y finalizar luego en la carretera general a la altura de El Time. Este fue el diseño original, terminaba aquí en el concurrido bar-restaurante-mirador, porque el horario de guaguas de esa época, desde el Puerto de Tazacorte a Los Llanos de Aridane, no facilitaba el poder regresar ese mismo día a la capital.
El propósito de esta dura travesía carecía de fines competitivos, nada que ver con lo que es ahora la promocionada carrera Transvulcania; simplemente era poder llegar a realizarla en una sola jornada (24 horas), partiendo desde muy temprano, haciendo un pequeño descanso de unas pocas horas en el Refugio de Corralejo, hoy conocido como de la Punta de los Roques.
Sí, ya se sabe que los buenos corredores de la exitosa Transvulcania la ejecutan en apenas siete horas, incluso con mayor recorrido, pero hay que tener en cuenta que, en esos años, los caminos de montaña no estaban tan definidos y transitados como lo están a día de hoy, por lo que se tenía que ir intuyendo el sendero que con frecuencia se perdía, por no estar marcado, y había que abrirse camino entre medio de la maleza, aparte de que el codesar y el retamar eran muy espesos, sobre todo en las cotas altas por donde hoy transita el sendero de gran recorrido (GR-131). No, no eran caminos fáciles, el pastoreo de cumbre ya no estaba permitido después de la incorporación de La Caldera de Taburiente a la Red de Parques Nacionales y, como consecuencia de ello, el tránsito por las cumbres se fue abandonando, con el consiguiente crecimiento de la vegetación autóctona.
Pues bien, esa era la situación, aparte de otros condicionantes (desvíos para acercarse a las fuentes de la cumbre para aprovisionarse de agua, y pequeños tramos hoy salvados a partir de que en 2002 se completó la recuperación de la Red de Senderos y su posterior homologación por la Federación Española de Montaña.
Fue concebida pues, además de un hito, como un reto deportivo a través de una naturaleza virginal y pura, riquísima en paisajes y que había que afrontar con los materiales y equipamientos de la época. Agustín Rodríguez Fariña, Jaime Hernández Concepción, Orlando Acosta Borges, Luis Martín Rodríguez, Manuel Melini de Paz y Lorenzo Sicilia Guillén fueron los iniciadores de esta singular y dura ruta que discurría por casi todos los picos más altos de nuestra isla en sentido Sur-Norte, enfrentando importantes desniveles. Ellos la crearon y ellos fueron los primeros que la consiguieron terminar. Por mis averiguaciones, nunca se había realizado esta prueba que, en aquel entonces, se suponía una gran empresa. ‘La Maratón’ la llamaron familiarmente por todos en el Grupo.
Debo decir, que no hubo repeticiones en los años posteriores, ya que no me consta que la hubieran terminado en su recorrido completo tal como ellos la hicieron en una sola jornada. Aunque ya los caminos de cumbre eran conocidos por muchos, a partir de aquí se vino a poner en valor este paisaje patrimonial único y, a mi entender, el más significativo de La Palma, al menos en el ámbito deportivo montañero, realizándose posteriormente excursiones más cortas en sus distintos tramos. En los años sesenta y setenta no existía tanta afición a la montaña, pero sí magníficos montañeros, un pionerismo que sentó las bases de lo que hoy es el montañismo federado palmero. Tampoco, por supuesto, la afición de correr por ellas; esto vendría muchos años después. Nuestro Grupo también se embarcó en el afán por recuperar muchos caminos perdidos, transitándolos como se hacía desde tiempos pretéritos, cuando no quedaba más remedio que desplazarse de un pueblo a otro por la cumbre, ya que el vehículo a motor y las carreteras no tenían las mismas condiciones actuales.
Y contamos todo esto porque, hace pocos meses, hemos solicitado al Cabildo Insular de La Palma que esta clásica ruta del GR131 lleve el nombre de Jaime Hernández Concepción, fallecido en el junio 2020, y que fue un gran deportista, excelente montañero y compañero al que cito de forma destacada en mi libro ‘Apuntes para la historia del montañismo en La Palma’, editado en el año 2022. La solicitud oficial fue presentada a finales de noviembre pasado estando avalada por una treintena de antiguos miembros fundadores del GMLP, sin que el Cabildo, hasta hoy, la haya tenido en consideración contestando al escrito.
Sabemos que hay antecedentes de pistas y caminos que llevan nombres propios (o apellidos) de ciertas personas destacadas que tuvieron que ver con ellos por algún hecho concreto. No es preciso citar aquí. También es cierto que en La Palma somos reacios a reconocer méritos de cualquier tipo a nuestros paisanos, pero sí a foráneos, con mayores o menores méritos, cosa que no entramos a valorarlos aquí. Ya es hora de que hagamos algo para revertir la situación en este aspecto, pues se trata de reivindicaciones cargadas de sensibilidad. Jaime Hernández Concepción, fue un deportista ejemplar, no solo intervino prácticamente en todas las actividades que desarrolló el GMLP durante los veinte años que el Club estuvo en activo, sino también en los siguientes, hasta el 2012, bien con el ‘Grupo de los Sábados’ o con el ‘Grupo el de los Martes’, montañeros jubilados y que tenían sus fechas definidas para seguir haciendo sus rutinarias excursiones; ambos liderados por Agustín Rodríguez Fariña. Jaime era el compañero ideal en todas las caminatas, su presencia se llenaba con su enorme memoria contando anécdotas y vivencias, gentil camarada que siempre estaba presto a ayudar en cualquier circunstancia, desempeñó una labor destacada en el desarrollo del XXVI Campamento Internacional de Alta Montaña celebrado en el año 1967 en La Caldera. Pero, además se da el hecho de que fue funcionario del Cabildo Insular de La Palma a lo largo de cincuenta años (desde los 14 hasta su jubilación); persona ejemplar que destacaba por su amabilidad y espíritu de servicio que no dejaba indiferente a nadie. Siendo casi octogenario, falleció inesperadamente en ese año del 2020.
A nuestro entender, puede considerarse una justa reivindicación, y no afecta a nada; más bien lo contrario, realza y entronca con lo natural y la Naturaleza de nuestra isla. Sin interferir con la relevancia, o reste protagonismo a la carrera Transvulcania, a pesar de que en su mayor parte discurra por la Ruta del Bastón (GR131), por lo que este nombramiento de la misma debe ser tenido en cuenta por el Cabildo Insular de La Palma, ya que, como señalamos, nada tiene que ver con la prueba deportiva que en los próximos meses va a celebrar su catorceava edición.
*Manuel Hernández Martín es montañero, ex atleta, ex monitor deportivo y primer coordinador de atletismo durante más de diez años en las Campañas de Promoción Deportiva y Juegos Escolares, juez provincial y entrenador nacional de atletismo, obtenido en el INEF de Granada, autor de la publicación 'Apuntes para la Historia del Montañismo en La Palma'
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