Viva el Santo y los romeros,
el queso y gofio de millo,
el vino de ventorrillo
los churros y los churreros.
Las cabras y los cabreros,
el gallo con las gallinas,
el lechón con las cochinas,
las papas, los chicharrones,
la carne asada en fogones
y el postre con golosinas.
Jócamo, 16.VI.2024
NOTA: La romería de San Antonio del Monte, en Garafía (La Palma), es un relicto cultural que nos remonta al pasado y devuelve al sabor de lo autóctono, tanto por el paisaje como por el paisanaje.
La explanada de la ermita, rodeada de brezos y fayas, se achica por la afluencia masiva de participantes, con predominio de los que peinan canas, expuestas al sol o cubiertas por el típico sombrero de fieltro negro.
La música parrandera se confunde, con el canto de los mirlos, cuando no son silenciados por el bullicio festivo de la gente o la inquietud del ganado que participa en la feria.
En los ventorrillos, el vino de tea y la carne de fiesta se complementa con los churros y los chicharrones. Las papas arrugadas y el peloto de gofio, se acondutan con queso, mojo verde y conejo en salsa.
Y para el postre, golosinas caseras: bizcochón, rosca de manteca, almendrados, marquesotes, mantecados, etc. Las sobras se reservan para la merienda con chocolate, que apetece más al caer la tarde, cuando la bruma rastrera refresca el ambiente y se agradece un chupito de licor de naranja o caña de la tierra.