En la Comisión de Pleno de Servicios Sociales, Educación, Sanidad y Artesanía del Cabildo de La Palma del pasado miércoles 31 de mayo se decidió por mayoría, con el único voto en contra del consejero Dailos González Díaz, la gestión indirecta del servicio público de alojamiento, manutención, vigilancia y atención educativa de las usuarias del Dispositivo de Emergencia de Mujeres Agredidas (DEMA) del centro de acogida inmediata (CAI) y casa de acogida para mujeres víctimas de violencia de género informa el propio Dailos González, consejero no adscrito, quien considera que “este es un asunto extremadamente sensible, pues estamos hablando de un asunto que afecta a la salud, bienestar y seguridad de personas que se encuentran en una situación especial de riesgo y vulnerabilidad, y es responsabilidad de las administraciones públicas el atender a las mismas, sin que deba derivarse en entidades privadas”. Añade que “el personal que atienda este servicio debe ser seleccionado mediante criterios rigurosos, y el Cabildo no puede desentenderse de ello delegando en otras entidades, sino que debe dotarlo de un número de trabajadores y trabajadoras suficiente”.
González cree que “hay un mito en torno a la supuesta mejor eficiencia de la gestión privada frente a la pública, que nunca ha sido demostrado”, argumentando que “si una gestión pública resulta ineficiente en lo que respecta a la prestación de servicios, se debe o bien a una dotación insuficiente de recursos o bien al modo en que está siendo gestionado, lo cual tendrá sus responsables a quienes exigir un cambio en cómo lo están gestionando”. Para el consejero, “lo fundamental es que un servicio público, más cuando afecta a personas que se encuentran en esta situación, jamás debe analizarse en función de ”pérdidas“ o ”ganancias“.
Además, dice, “y esta es la clave del asunto, la contratación del personal para unos servicios de especial sensibilidad debe hacerse mediante criterios rigurosos y transparentes, la externalización daría pie a la que la entidad privada realizase la selección del personal sin esas medidas de control”. En cualquier caso, recalca el consejero, “lo primordial es que se realice un control y seguimiento continuo, y una evaluación de los servicios prestados de modo que se garantice siempre la seguridad, el acompañamiento y apoyo a las mujeres que sean acogidas”.