El arte de la naturaleza. La Caldera de Taburiente, además de albergar un ecosistema excepcional, ofrece estampas únicas que parecen moldeadas a golpe de cincel. Es el caso de la singular figura del ‘Guanche dormido’ que dibuja el relieve sur del Parque Nacional. La llamativa silueta esculpida por la abrupta orografía del Parque Nacional también es conocida por ‘Tanausú acostado’ o `Perfil del aborigen’, explican desde el principal recinto natural protegido de La Palma.
“Caprichos de la perspectiva y de la orografía hacen que montañas y degolladas nos hagan ver la silueta de un humano acostado con las manos en el regazo”, añaden.
“Historia, geografía e imaginación se juntan para crear una hermosa estampa impertérrita al paso del tiempo y las estaciones”, subrayan.
La Caldera de Taburiente, que el pasado 6 de octubre que cumplió 69 años como Parque Nacional, “es producto de grandes deslizamientos de tierras a través de múltiples erupciones volcánicas acaecidas a lo largo de los siglos”.
Con una extensión de 4.690 hectáreas, este pulmón verde La Palma, enclavado en el municipio de El Paso, es un espacio natural protegido de enorme biodiversidad donde conviven variedad de especies endémicas vegetales y animales. De origen volcánico, constituye el cráter emergido más grande del mundo con más de 8 kilómetros de diámetro, donde la fuerza erosiva del agua y los grandes deslizamientos han modelado su espectacular geomorfología, que cuenta con más 2.000 metros de desnivel.