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Mazo rechaza la pena de muerte por ser “un castigo cruel y degradante”

El Ayuntamiento de Villa de Mazo se ha sumado este miércoles a la iniciativa ‘Ciudades por la Vida’, una jornada mundial de rechazo a la pena de muerte que organiza Amnistía Internacional (AI) y la Comunidad de Sant'Egidio. A las 19.00 horas se procedió a la iluminación del la fachada del Consistorio y a la lectura de un manifiesto a cargo de alumnas del IES de Mazo. En el acto estuvo presente la alcaldesa del municipio, Nieves Lady Barreto, quien intervino para rechazar la pena de muerte y manifestar su apoyo a las acciones que impulsa el grupo local de Amnistía Internacional. La primera edil entregó una placa de reconocimiento a la coordinadora insular de AI, Montserrat Román. La parte musical estuvo protagonizada por la cantante María Melero, que interpretó ‘Imagine’.

Amnistía Internacional y la Comunidad de Sant'Egidio impulsan la 12ª edición de ‘Ciudades por la Vida’ en la se que iluminan edificios representativos de todo el mundo para mostrar el rechazo a la pena capital.

Los pasados días 29 y 30 de noviembre 1.800 ciudades en todo el mundo, desde Montreal a Berlín, pasando por Ginebra, Lisboa, Riga, París, Roma o Manila iluminaron edificios representativos para mostrar el rechazo de la ciudadanía a la pena de muerte. En España, Barcelona, Bilbao, Oviedo, Málaga y Madrid, junto con La Palma, se han sumado a esta iniciativa.

La Jornada Mundial ‘Ciudades por la vida’ es una iniciativa internacional emprendida por la Comunidad de Sant'Egidio, con el apoyo de la Coalición Mundial contra la Pena de Muerte, a la que pertenece Amnistía Internacional, junto con unas 60 organizaciones, colegios de abogados, sindicatos y autoridades locales y regionales de todo el mundo. El 30 de noviembre se conmemora el aniversario de la primera abolición de la pena de muerte en el mundo, que llevó a cabo el Gran Ducado de Toscana en 1786. La Jornada Mundial se convoca desde 2002 para impulsar la abolición de la pena capital en todo el mundo. Cerca de 80 ciudades participaron en la primera edición del año 2002, un número que ha ido creciendo en la última década hasta las 1.800 que participan este año en este evento, por medio de actividades culturales, espectáculos y proyecciones, así como otras acciones de sensibilización.

MANIFIESTO CONTRA LA PENA DE MUERTE

Día Internacional de Ciudades por la Vida

Un año más, hoy, 3 de diciembre, en Villa de Mazo, nos reunimos para celebrar una nueva edición de Ciudades por la Vida. Más de 1.800 ciudades en todo el mundo salen a la calle en estos días para mostrar su rechazo a la pena de muerte.

En 1786, una pequeña localidad del norte de Italia, el Ducado de Toscana, se abolió la pena de muerte por primera vez en el mundo. Hoy, más de 220 años después, la pena de muerte ha pasado a la historia en 140 países; 140 países que han renunciado a seguir matando en nombre del Estado.

Sin embargo, no podemos bajar la guardia: en países como Irán, Irak o Arabia Saudí, las cifras de ejecuciones aumentan cada año. En estos países, menores de edad, mujeres, incluso opositores políticos, son condenados a muerte. Otros países, como Estados Unidos, ejecutan a personas con discapacidades mentales, algo prohibido por el derecho internacional.

Además, en los últimos años, varios países han reanudado las ejecuciones o manifestado su intención de reanudarlas. Países como, Indonesia, Kuwait, Nigeria o Pakistán parecen buscar en la pena capital una supuesta solución a la delincuencia y al crimen.

Pero la realidad es muy distinta: no existe ni una sola prueba fehaciente de que la pena de muerte sea un factor disuasorio, pero sí existen claros ejemplos de que es discriminatoria y a menudo se utiliza de forma desproporcionada contra personas económicamente desfavorecidas, minorías y miembros de comunidades raciales, étnicas o religiosas.

La verdadera solución pasa por abordar de una manera efectiva los problemas del sistema de justicia penal: las víctimas de la delincuencia merecen justicia, pero la pena de muerte no es la respuesta. Se trata de buscar soluciones eficaces, no viscerales.

Amnistía Internacional se opone, aquí y ahora, a la pena de muerte en todos los casos; sin excepción; con independencia de la naturaleza y de las circunstancias del delito, de la culpabilidad, inocencia u otras características de la persona y del método empleado por el Estado para llevar a cabo la ejecución.

Por todo ello, pedimos al Gobierno español que siga apoyando activamente la lucha contra la pena de muerte y que ésta se convierta en una prioridad en sus relaciones bilaterales, con acciones concretas por personas concretas, y así contribuir a salvar vidas.

La pena de muerte viola el derecho a la vida, proclamado en la Declaración Universal de Derechos Humanos, y es el castigo cruel, inhumano y degradante por excelencia.

Por todo ello estamos hoy aquí para gritar:

¡¡¡NO A LA PENA DE MUERTE!!!

¡¡Con vuestra ayuda, un mundo libre de ejecuciones es posible!!