La Dirección General de Marina Mercante ha informado que la colada de lava en La Palma avanza más lenta hacia la costa, al quedar embalsada en una vaguada a unos tres kilómetros de la costa en el valle de Aridane. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana del Gobierno de España ha informado que se prevé que el material volcánico toque el mar en el entorno de la playa de Los Guirres, rodeada de acantilados precedidos de plataneras.
Salvamento Marítimo ya se encuentra en las proximidades y la ceniza del volcán ha alcanzado la cubiertas de las embarcaciones desplegadas para controlar la zona prohibida para las embarcaciones, perimetrada en dos millas desde la costa.
El pasado lunes, el Gobierno de Canarias preveía que la lava llegara a la costa durante la noche, al avanzar a una velocidad de unos 700 metros por hora. Pero al avanzar por el municipio de los Llanos de Aridane se encontró con obstáculos que frenaron su avance hasta los 120 metros por hora, según explicó este martes el director del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias, Miguel Ángel Morcuende, quien rehusó fijar una fecha concreta para concretar la llegada de la lava al mar.
Una vez en la costa, Moncuerde vaticinó que se producirá una especie de acantilado y que se acelerará la caída del fluido. Al entrar en contacto con el océano, la lava, que se encuentra a unos 1.100 grados centígrados, y el agua salada, a unos 20, se produciría una contracción térmica que provocara una humareda blanca perjudicial para la salud por las sustancias tóxicas que contiene.
Desde la erupción el pasado domingo, unas 6.000 personas han sido evacuadas, 50 de ellas con movilidad reducida, y hay cerca de viviendas y unas 200 las infraestructuras como piscinas o canchas de tenis afectadas por esta catástrofe, sin que haya que lamentar por el momento daños personales.