Dentro de las labores de conservación de la vida silvestre en de La Palma, el Cabildo, a través de la Consejería de Medio Ambiente que dirige Juan Manuel González Luis, “desarrolla aquellas funciones que han sido traspasadas desde la Comunidad Autónoma de Canarias en materia de medio ambiente, entre las que se encuentra el mantenimiento y gestión de los viveros insulares”, indica la primera Corporación en un comunicado. En este sentido, Juan Manuel González considera “fundamental hacer partícipe” a las administraciones públicas y organismos oficiales de “la importancia de incluir especies nativas de La Palma en las labores de ajardinamiento, acondicionamiento o restauración, y contribuir de esta manera a su conservación y divulgación entre los ciudadanos de la Isla y de sus visitantes”.
En la nota de prensa se destaca que “en el Vivero de Flora Autóctona en Puntallana, la Consejería se dedica a la producción y conservación de nuestra flora amenazada con dos objetivos principales: las actuaciones estrictas de conservación como pueden ser campañas de repoblación o reforzamiento de poblaciones de especies amenazadas; y la producción de plantas con fines ornamentales, tanto para su venta a particulares y empresas como para su cesión a organismos oficiales o centros educativos, con lo que también se pretende minimizar o evitar la introducción y proliferación de especies exóticas en el medio natural de la Isla”.
La Consejería de Medio Ambiente del Cabildo, apunta, “ha cedido en los últimos años más de 10.000 ejemplares de plantas autóctonas de la Isla a particulares e instituciones públicas”. Se trata de ejemplares que se han producido en el mencionado Vivero de Flora Autóctona que el Cabildo tiene en Puntallana.
Según explica el consejero responsable del área, Juan Manuel González Luis, “casi el 90% de las solicitudes de flora vascular autóctona de La Palma son realizadas por particulares, lo que supone aproximadamente el 80% del total de plantas retiradas del Vivero de Flora Autóctona”. Estos porcentajes “varían, sobre todo, dependiendo de los proyectos públicos que se desarrollen en la Isla y que requieran de este tipo de flora y vegetación para las labores de restauración, rehabilitación o ajardinamiento que se tengan previstas realizar”, concluye González Luis.