El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ha lanzado con motivo del inicio del curso académico la campaña Corta a tiempo. El maltrato no llega de repente que está dirigida a los jóvenes y que tiene como objetivo sensibilizar contra la violencia de género. “Una encuesta que se realizó en 2014 reveló que hay un consentimiento por parte de los adolescentes hacia muchas conductas machistas que normalizan el control”, ha señalado a La Palma Ahora la psicóloga Alicia Pérez Bravo, jefa de la Unidad contra la Violencia sobre la Mujer de la Dirección Insular de la Administración General del Estado. “Uno de cada tres jóvenes de 15 a 29 años (33%) considera inevitable o aceptable en algunas circunstancias la violencia de control”, precisa. “El objetivo es ayudar a los jóvenes a detectar la señales de maltrato, cortar a tiempo y apostar por relaciones sanas basadas en el respeto, la igualdad y la dignidad”, explica.
La citada campaña se centra principalmente “en el control digital a través de móviles o redes sociales porque el 95% de la comunicación entre los jóvenes es digital, hablan más a través de los móviles que personalmente cara a cara”, subraya.
“La campaña pretende sensibilizar contra la violencia de género en los más jóvenes, dado que las detección precoz de las primeras señales de la violencia de género es esencial para prevenirla y para evitar que se agraven determinadas conductas de control, de falta de respeto, de aislamiento, de humillación o de agresión. Estas primeras conductas aún son más sutiles en la adolescencia y su normalización puede llevar a la justificación o aceptación de relaciones nocivas”, remarca la jefa insular de la Unidad contra la Violencia sobre la Mujer.
Según el último estudio de percepción de la violencia de género en la adolescencia y la juventud, el 67% de los jóvenes de 15 a 29 años considera inaceptable la violencia de género, lo que supone que “uno de cada tres jóvenes de 15 a 29 años (33%) considera inevitable o aceptable en algunas circunstancias controlar los horarios de la pareja, impedir que vea a su familia o amistades, no permitir que trabaje o estudie o decirle las cosas que puede o no hacer”, dice Pérez Bravo, quien hace hincapié en que “los jóvenes se tienen que dar cuenta de que no deben generar este tipo de relaciones porque van a acabar en una situación de violencia de género; deben tomar conciencia de que esos comportamientos no son normales y cortar a tiempo”.