Alejandro Hernández Torres, estudiante de la asignatura de Gestión y Conservación de Flora y Fauna del Grado de Ciencias Ambientales, además de técnico superior en Gestión y Organización de los Recursos Naturales y Paisajísticos y Especialista en Agroecología, Soberanía Alimentaria, Ecología Urbana y Cooperación al Desarrollo Rural, informa que está realizando un trabajo que “se basa en la propuesta de creación de un Espacio Natural Protegido (Parque Rural) en una parte del municipio de Los Llanos de Aridane, parcialmente afectada por las coladas, con el objetivo, entre otros aspectos, principalmente de mejorar la calidad de vida de la población, canalizando fondos económicos anuales para la financiación tanto a personas físicas o jurídicas de toda índole (público o privadas)”. También pretende con la propuesta “poner en valor aspectos culturales tradicionales, incluyendo con gran relevancia al sector primario”.
Este Parque Rural se denominaría ‘Coladas de la Montaña de Las Plantas’.
“La zona propuesta, que en ningún caso crea perjuicio sobre la normativa en vigor, sería el área comprendida entre las carreteras LP-213 y la LP-211, abarcando desde ‘La Puerta del Futuro’, en el barrio de La Laguna, hasta una delimitación al sur, formada por Camino La Majada, Camino Real y hacia el Camino José Pons. En principio se plantea dejar fuera una pequeña franja de terreno del municipio de Tazacorte por 'pragmatismo burocrático', cuestión esta que puede ser reversible si así se considera”, explica.
“El territorio propuesto afecta básicamente a una zona de parcelas agrícolas y asentamientos rurales en funcionamiento, como es la zona de La Condesa, otras en recuperación como es la zona entre el Callejón Cabrejas y Camino Morera, o la zona que rodea al Camino Marta. También incluiría un pequeño asentamiento ya consolidado sobre las coladas del volcán de San Juan, y parte de lo que era el núcleo de Todoque”, añade.
“Este planteamiento facilitaría en los sucesivos años venideros la labor de las administraciones públicas en la ayuda que precisa la zona en cuanto a gestión del territorio, articulando con garantías la protección y un desarrollo adecuado de las actividades humanas, garantizando, además, la compra-venta de las propiedades privadas por parte de la Comunidad Autónoma de Canarias, en aquellos casos en los que voluntariamente sus propietarios no quieran desarrollar su recuperación”, subraya.
“Es una oportunidad histórica, además, para desarrollar una arquitectura singular y diferenciada en la zona, tendiendo a la tipología canaria tradicional, utilizando en la medida de las posibilidades materiales de la propia isla”, expone.
“También es destacable que cabe la posibilidad de desarrollar estudios de la influencia en la zona en cuestión de las fallas descubiertas u otros hitos geológicos, y desarrollar actividades de turismo activo respetuosas con el entorno, pues el atractivo del paisaje mejoraría día a día, con el desarrollo agropecuario y la construcción y restauración arquitectónica”, resalta.
“El desarrollo de un Parque Rural, incluso, hace reflexionar (aunque se ha de aclarar que no es nada incompatible) sobre la propuesta hecha por el propio Gobierno de Canarias de ampliar el Parque Natural de Cumbre Vieja, adentrándose en los límites municipales de Los Llanos de Aridane, lo que a priori parece excesivo, desde el punto de vista de un crecimiento moderado de la población de dicho municipio y de la isla en general”, destaca. “Por tanto, se hace un llamamiento a la población palmera, a la colaboración altruista, de compartir cuanta información útil puedan aportar y generar un coloquio abierto”, añade.
Además, recuerda, “ya está iniciado el contacto con el Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane y al Cabildo Insular de La Palma para trabajar en esta línea, y recoger en un documento participativo datos de las parcelas rurales-agrarias en uso o recuperación, las licencias cursadas para recuperar parcelas, el número de cabezas de ganado de distintos tipos, o, en su defecto, los recintos ganaderos registrados, el número de camas turísticas disponibles, y cualquier otro dato de consideración e idiosincrasia que se quiera aportar, o necesidades detectadas en la zona”.
“Sería de gran interés conocer más sobre los distintos tipos de arquitectura de las viviendas y otras construcciones, y si hay alguna restricción o indicación vigentes (limitaciones constructivas) y el estado del Plan de Ordenación Municipal, o valorar las aportaciones del equipo técnico de la empresa pública Gesplan que trabaja en la isla”, concluye.