Continuamos con un episodio más de la sección Scientia Palmensis dedicada a los científicos palmeros o que desarrollan su actividad en la isla de La Palma con una entrevista a Cristina Ramos Almeida, doctora en Física e investigadora dentro del programa Ramón y Cajal del Instituto de Astrofísica de Canarias. La doctora Ramos (Santa Cruz de La Palma, 1981) cursó el bachillerato en el Instituto Luis Cobiella Cuevas. Posteriormente obtuvo la licenciatura en Física y el doctorado en Astrofísica en la Universidad de La Laguna. Su tesis doctoral, Actividad Nuclear y formación estelar en galaxias, fue galardonada con el Premio Extraordinario de tesis por la Universidad de La Laguna en 2010. A continuación, la doctora Ramos disfrutó de una estancia postdoctoral de dos años en la Universidad de Sheffield, en el Reino Unido. Regresó a Tenerife en 2011 con una beca postdoctoral del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y en 2012 se le concedió una beca Marie Curie de la Unión Europea para desarrollar su propia investigación. Hoy en día continúa su actividad investigadora en el IAC con un contrato Ramón y Cajal y es investigadora principal de uno de los grupos de investigación del centro. Es coautora de más de cien artículos científicos y ha impartido varias charlas invitadas en congresos nacionales e internacionales.
-Doctora Ramos, ha dedicado usted buena parte de su investigación al estudio de los núcleos activos de galaxias, calificados como una pieza clave en la formación y evolución de las galaxias y también en la cosmología. ¿Qué sorpresas esperamos desvelar en este campo en los próximos años?
-Efectivamente, mi investigación se centra en el estudio de la actividad nuclear producida por los agujeros negros supermasivos, y sobre todo, el papel que esta actividad tiene en las galaxias. Este es un campo de la Astrofísica que está en pleno auge, ya que a medida que vamos obteniendo más observaciones y mejorando las simulaciones por ordenador para reproducir lo que vemos nos damos cuenta de que necesitamos esa actividad nuclear para explicar varias cosas. Entre ellas, la buena correlación que existe entre las propiedades de los agujeros negros y sus galaxias anfitrionas, el número de bariones que medimos en los halos de las galaxias, y el número de galaxias masivas que observamos, que es mucho menor que el que predicen las simulaciones que no tienen en cuenta el efecto de la actividad nuclear. Hace muy poco hemos visto por primera vez un agujero negro, o más bien su sombra sobre la luz que lo rodea, lo cual ha supuesto un hito para la Astrofísica y en la ciencia en general. Ahora esperamos obtener aún más detalles sobre esos agujeros negros supermasivos y también ser capaces de verlos en otras galaxias incluyendo la nuestra. Otro resultado fundamental ha sido la detección de ondas gravitacionales producidas por la colisión de agujeros negros de masas estelares (mucho más pequeños que los que yo estudio). En el futuro, la misión LISA será capaz de detectar ondas gravitacionales producidas por choques de agujeros negros supermasivos. Por último, centrándome en mi propia investigación, estamos estudiando ahora los vientos producidos por núcleos activos muy luminosos para entender cómo afectan a la galaxia. Estos vientos se llevan el gas que la galaxia necesita para seguir formando estrellas, y estamos intentando cuantificar cuánto de este gas arrastran para conocer el alcance de su impacto.
-Ha estado usted integrada en los programas Marie Sklodowska-Curie y Ramón y Cajal, dos de los programas más competitivos y prestigiosos de la investigación a nivel mundial con una investigación centrada principalmente en datos obtenidos en la Isla de La Palma. ¿Qué significa esto para una palmera?
-Para mí como palmera es un orgullo el poder decir que la mayor parte de mi investigación está basada en observaciones obtenidas con telescopios situados en la Isla de La Palma, incluyendo por supuesto el Gran Telescopio Canarias. Tenemos la suerte de contar con uno de los mejores observatorios astronómicos del mundo, y gracias a eso podemos hacer ciencia de primer nivel y competir en programas tan prestigiosos como el Marie Curie o Ramón y Cajal. Durante mi tesis doctoral trabajé con datos infrarrojos del instrumento LIRIS en el Telescopio William Herschel, lo cual para mí tiene un significado especial. Cuando estaba en el último año de colegio, en el José Pérez Vidal, nos llevaron de excursión al Roque de Los Muchachos para ver los telescopios, y por ese entonces ya me interesaba mucho la astronomía. Recuerdo que cuando visitamos la sala de control del William Herschel pensé: “Algún día yo estaré aquí tomando mis propios datos”. Afortunadamente lo conseguí, y han sido muchas noches ya las que he estado observando en ese telescopio. Con mucho esfuerzo los sueños a veces se consiguen. En la actualidad sigo trabajando con datos infrarrojos de los instrumentos CanariCam y EMIR en el GTC. Estos datos me han permitido seguir avanzando en el estudio de la actividad nuclear desde distintos puntos de vista, complementándolos con también con datos de otros observatorios como ALMA, en Chile.
-Supongo que no imaginaría cuando estaba en el instituto en Santa Cruz de La Palma que iba a acumular un currículum tan impresionante siendo tan joven. ¿Qué le diría usted a las chicas y chicos que ahora ocupan los pupitres por los que usted pasó no hace mucho tiempo?
-Les diría que hay que esforzarse de verdad por las cosas que uno quiere conseguir en la vida. La palabra fácil hay que intentar evitarla a toda costa, y sobre todo hay que pensar dónde queremos estar de aquí a un cierto número de años. En mi caso siempre fui buena estudiante, y aunque las asignaturas de Física en el instituto nunca me gustaron demasiado, mi interés por la Astrofísica hizo que empezase a estudiar una carrera que requería mucho esfuerzo y dedicación pero que me condujo al trabajo que tengo hoy en día. Por supuesto no todo es ideal, es un trabajo muy competitivo que a veces es difícil de cara a la conciliación familiar, y además algunos gobiernos no nos han ayudado precisamente a ser competitivos desde el punto de vista económico, sin el cual no podemos funcionar, pero tengo la enorme suerte de hacer lo que me gusta, que es investigar.
-¿Le gustaría añadir algo más?
-Me gustaría dar las gracias a la mayoría de mis profesores y maestros en La Palma, porque siempre me motivaron y me hicieron sentir que yo era una persona capaz, y me hicieron ver también la importancia de estudiar. Aunque vivo en Tenerife, visito mucho La Palma tanto para ver a mi familia como para subir al Observatorio y seguir mirando al cielo para entender un poco mejor cómo son las galaxias como en la que vivimos.