Los bosques de La Palma tienen la portentosa capacidad de brotar de sus cenizas. Dos años después del incendio en los pinares de El Paso, Fuencaliente y Mazo, una planta vivaz, el corazoncillo (Lotus hillebrandii), ha cubierto el entorno con una llamativa alfombra amarilla. La espectacular floración, esta primavera, ha engalanado el bosque quemado en 2016. Los troncos de los pinos también lucen vigorosos brotes verdes.
El vistoso paisaje de la citada planta en flor se puede contemplar en toda su colorista magnitud por encima del núcleo de Tigalate (Mazo), en la ruta (Tigalate-Jedey).