La profesora titular de Geografía Física en la Universidad de La Laguna Carmen Romero ha destacado que Canarias vive sobre un volcán, y ha señalado que, por desgracia, la evacuación es la única protección que hay contra las coladas que se forman tras una erupción volcánica.
Carmen Romero ha señalado que en el caso del volcán que el pasado 19 de septiembre emergió en La Palma está cubriendo mucha superficie, hasta el punto de ser el más dañino en ese aspecto entre las erupciones que se han producido en la isla.
El volcán facilita que haya condiciones de vida ventajosas, y así la lava del actual corre por caminos que recorrieron coladas de 1440 y 1939, que dejaron terrenos ricos, pero también las quita, como está sucediendo ahora.
La profesora de Geografía Física ha señalado que si bien los seres humanos estamos preparados para hacer estudios de cómo se mueven las lavas y para reconocer los cambios dinámicos del volcán y establecer medidas para minimizar en lo posible los daños, no lo estamos de manera suficiente para ver con antelación lo peligrosos y dañinos que pueden ser.
Carmen Romero ha insistido en que la situación volcánica en Canarias no es igual a la que sucede con volcanes como el Etna y el Vesubio, que si bien son mucho mayores que los que hay en el archipiélago canario y sus erupciones son más peligrosas, la parte superior de los lugares en los que se asientan no está habitada.
Así, en el caso del Etna la que durante un tiempo se llamó “el infierno inútil”, que es la parte en torno al volcán activo, los daños sobre la población son menores que en La Palma porque al no haber personas cerca el perjuicio sólo se produce si la erupción es muy grande y la lava de desplaza hacia las partes bajas.
Pero en el caso de Canarias se vive sobre el volcán y, además, por el tipo de volcanismo que hay en las islas, esencialmente monogenético, es decir, con erupciones pequeñas geológicamente hablando, y distanciadas en el tiempo, se ocupa más territorio.
También ha dicho que es “muy difícil” decir dónde se abrirá la próxima boca eruptiva en el caso de Canarias porque cada vez lo hace en un lugar distinto, y por lo tanto es imposible planificar, mientras que en el caso del Etna “todas” las bocas eruptivas están concentradas, igual que en el Vesubio.
La mayor parte de la actividad se produce en la parte superior del Etna y el Vesubio, algo que en el caso de Canarias solo sucede con el Teide.
Carmen Romero ha declarado que gran parte de la población de las islas vive directamente sobre los volcanes, y ha comentado que se debe tener en cuenta que la ocupación del territorio ha sido “importantísima” en los últimos 60 años.
En el caso del nuevo volcán de La Palma, ha nacido relativamente bajo en altitud, lo que hace que esté más próximo a zonas habitadas, mientras que en erupciones como la del Teneguía (1971) o San Antonio (1677-1678) salieron al sur de la isla y en áreas con una ocupación mucho menor.
En el caso del Teneguía las coladas recorrieron unos 2 kilómetros hasta llegar al mar, mientras que el de ahora tiene 6 kilómetros antes de precipitarse en el océano.
Ha comentado Carmen Romero que en La Palma todas las erupciones se han producido “y se producirán” en el mismo eje, ya sea un poco más al norte o un poco más al sur, y en función de la configuración orográfica y el daño dependerá de si es una zona con muchas pendiente o plana, ya que en el primer caso habrá poca ocupación humana.