Controladores Aéreos ha informado este domingo, 25 de enero, en su cuenta de twitter de la presencia de “un globo no tripulado de Google al Oeste de la Isla de La Palma a 66.500 pies” de altitud. Explica que pertenece a un proyecto de Google para llevar internet a zonas remotas y que está equipado con un transpondedor que emite un código que es captado por el rádar.
En la escueta comunicación señala que el citado aerostato se encuentra muy por encima de las rutas de “los vuelos comerciales”, puesto que estos aviones “raramente” sobrepasan los 45.000 pies, por lo que no implican riesgo alguno para este tipo de navegación aérea.
El globo pertenece al proyecto Loon de Google.“Muchos de nosotros vemos Internet como una comunidad global, pero la realidad es que dos tercios de la población mundial todavía no tiene acceso a Internet. El Proyecto Loon se compone de una red de globos que viajará sobre el límite con el espacio exterior. Está pensado para conectar a las personas que habitan zonas remotas o rurales, para llegar a las zonas con falta de cobertura y para que las personas puedan volver a tener Internet después de una catástrofe”, detalla Google.
Los globos del proyecto Loon, precisan, “flotan en la estratósfera y superan dos veces la altura de los aviones y del clima. En la estratosfera, hay muchas capas de viento, cada capa varía en dirección y velocidad. Los globos Loon ascienden o descienden a la capa de viento que sopla en la dirección de viaje deseada para ir a donde ellos necesitan. Al asociarnos con empresas de telecomunicación para compartir el espectro celular, permitimos que las personas se conecten a la red del globo directamente desde sus teléfonos y otros dispositivos habilitados para LTE. La señal pasa a través de la red del globo y vuelve a la Internet global en la Tierra”, señalan.
El Proyecto Loon, prosiguen, “comenzó con una prueba experimental en junio de 2013 en Nueva Zelanda, donde un pequeño grupo de pioneros del proyecto probó la tecnología. Los resultados de la prueba piloto, así como las pruebas posteriores en Nueva Zelanda, el Valle Central de California y el noreste de Brasil, se están utilizando para mejorar la tecnología como preparación para las próximas etapas del proyecto”.