“En un mundo digital es atractivo consultar la prensa histórica en papel de la época”

La Sociedad Cosmológica de Santa Cruz de La Palma alberga una de las hemerotecas más relevantes de Canarias, con una destacada colección de los periódicos editados en La Palma, desde 1863 hasta la actualidad.155 años de periodismo. “Cuando prolifera en nuestros días tanto la consulta como la lectura de la prensa en formato digital, el simple hecho de acercarse a la hemeroteca y consultar la prensa histórica en su estado original en papel de la época es un atractivo añadido que le confiere, además, a la entidad que lo acoge, conserva y custodia, un carácter especial. Pudiera equivaler a una vuelta a los orígenes, al pasado”, ha asegurado a La Palma Ahora María del Carmen Aguilar, responsable del Fondo Antiguo de esta histórica institución. “En este sentido, sí existe diferencia entre consultar El Time digitalizado en la propia hemeroteca y el original”, precisa, y recuerda que el inventario general y catálogo de la sociedad “han sido y son objeto de constante consulta por la comunidad investigadora”.

“Si bien existen algunas digitalizaciones de la prensa insular contenidas en su hemeroteca, uno de los valores que encierra la hemeroteca de La Cosmológica estriba, precisamente, en la conservación de la prensa escrita de los siglos XIX y XX. De modo particular la editada en Santa Cruz de La Palma en el siglo XIX y en la que La Cosmológica es un lugar de referencia dotado de especial singularidad en el ámbito regional para la investigación y estudio de esta fuente primaria en diversas áreas de conocimiento y que suelen culminar posteriormente en la constante publicación de numerosísimos artículos y monografías de la más variada temática. Su transmisión en el mejor estado de conservación es, en este sentido, un gran legado patrimonial que tenemos la obligación de dejarles a las futuras generaciones”, resalta Aguilar.

“Naturalmente, después de tantos años de actividad, su fondo hemerográfico es muy voluminoso y variado al responder su edición a distintos objetivos y múltiples finalidades. Baste citar que La Cosmológica custodia más de 100.000 ejemplares originales de prensa escrita y de su variada procedencia da fe no sólo su completa colección de prensa local e insular, sino también regional, nacional (Madrid, Barcelona, Cádiz…), de habla hispana (México, Cuba, Argentina, Panamá, Costa Rica, Chile…), así como de otros países en lengua inglesa, francesa y alemana”, detalla Aguilar. “Lugar de encuentro de la intelectualidad, los lazos de apego y afecto que hacia esta sociedad le han profesado tanto socios como investigadores, han quedado perpetuados en la donación de valiosos ejemplares que integran su patrimonio documental; en aras de la brevedad, cito sólo a tres de estos donantes: José Pérez Vidal, Antonino Pestana Rodríguez, uno de sus fundadores y primer conservador del Museo de Historia Natural y Etnográfico de la Sociedad, y Manuel Pérez Abreu”, enumera. “Nos referimos a ellos porque hacemos pública ahora las donaciones de los siguientes ejemplares de prensa escrita, según orden de los benefactores anteriormente citados. Se trata de los periódicos denominados Los Raros, Solidaridad, Mas. El primero de ellos vio la luz en 1917 y forma parte de la donación de Pérez Vidal, en cuyo fondo se encuentran ejemplares únicos y exclusivos como El Artesano, primer número de Diario de Avisos, y Cristal y Roca. De Antonino Pestana traemos a la luz el periódico La Solidaridad, de 1890, órgano del Katipunan filipino, conteniendo además dedicatoria y firma del donante. Y del fondo Manuel Pérez Abreu incorporamos los números 1 al 24, años 1881-1882, de la revista MAS, órgano de la RESP⸫LOG⸫CAP⸫ ‘Tinerfe nº 114”, explica.

La responsable del Fondo Antiguo de La Cosmológica precisa que “para la mayoría parece lógico pensar que la principal función que cumple una hemeroteca es la destinada a la investigación. Y aun siendo cierta esta premisa, sin embargo, no es la única. La prensa histórica es un enriquecedor bien patrimonial cuyo conocimiento consideramos que debe formar parte de la educación integral de nuestros alumnos de ESO y Bachillerato (12-18 años), pues sólo lo que se conoce se puede llegar a amar y, por tanto, a respetar”. En este sentido, añade, La Cosmológica “ha tenido como uno de sus principales objetivos desde 1986 el acercar la hemeroteca a los jóvenes mediante diversos programas de actuación y la realización de diferentes talleres de investigación trabajando en equipo con el profesorado de sus respectivos centros docentes. Dan fe de ello la realización de varias situaciones de aprendizaje como las denominadas El año de mi nacimiento, Bajada de la Virgen, fiesta y tradición. Aniversario de la Primera Guerra Mundial, Verdún: resistencia y prensa, Prácticas en una hemeroteca, Mi afición (baloncesto, fútbol, moda, cocina…), Emigración: los indianos, etcétera, que han contado con muy buena acogida por parte de alumnos y profesores. En todas y cada una de ellas el agente descubridor de sus conocimientos era el propio alumno, guiado por el técnico responsable de la hemeroteca”.

La Real Sociedad Cosmológica en la actualidad afronta “dos grandes retos referentes tanto al continente como al contenido”. Por lo que respecta al primero, existe la idea de ampliación física de su espacio anexando el inmueble contiguo a la misma por la calle Vandewalle, según proyecto de ejecución de rehabilitación, ampliación y modernización de sus instalaciones de los arquitectos Caro & Mañoso & Fernández Duque, actualmente en proceso de estudio por el Cabildo. En esta ampliación del edificio se instalaría la hemeroteca histórica que lleva el nombre del ilustre palmero investigador y profesor Juan Régulo Pérez. “En cuanto a su contenido, los fondos y colecciones que integran el rico patrimonio documental de La Cosmológica, pretendemos, bajo la tutela de la Dirección General de Patrimonio del Gobierno de Canarias, informatizar y digitalizar todo el fondo documental contenido actualmente en sus catálogos e inventarios, tanto de archivo como de hemeroteca, y ponerlo a disposición de la comunidad investigadora en general”, adelanta María del Carmen Aguilar.