La consejera insular en funciones de Medio Ambiente y Residuos, Nieves Rosa Arroyo, ha entregado este martes, 16 de junio, los certificados de asistencia al programa formativo de maestros compostadores que ha promovido e impartido la mencionada delegación del Cabildo junto a la Asociación para el Desarrollo Rural de La Palma (Ader), señala la primera Corporación en un comunicado. La iniciativa ha contado con fondos europeos Leader. El curso se desarrolló entre el 27 de marzo y el 4 de mayo.
El programa formativo, añade, ha capacitado a 24 personas para que sirvan como maestros compostadores para cada grupo de usuarios del programa de gestión de residuos orgánicos (familias en programa de auto-compostaje, colegios, comunidades composteras, etcétera).
Según destaca la consejera Nieves Rosa Arroyo, “el maestro compostador tiene la función de servir de interlocutor entre las familias y las instituciones (Cabildo y ayuntamientos), estando de forma permanente a su disposición para solventar posibles dudas y supervisar el trabajo desarrollado en las propias viviendas.
La consejera de Residuos felicitó a las personas que realizaron este curso y aseguró que ellos son “la semilla que debe germinar en La Palma para instaurar una verdadera concienciación acerca de cómo todos los ciudadanos pueden y deben aportar su granito de arena para reducir los residuos y darles el justo valor que éstos merecen, olvidando por fin la palabra ‘basura’ y siendo conscientes de la necesidad, por ese orden, de reducir, reutilizar y reciclar los residuos que generamos”.
Los maestros compostadores serán los encargados de realizar “un seguimiento de las familias incorporadas al programa, con el propósito de comprobar el correcto desarrollo de la técnica de elaboración de compost a partir de los residuos orgánicos, procurando que el recipiente utilizado para ello -el compostador- mantenga en todo momento las condiciones adecuadas de temperatura, humedad y oxígeno”.
Los maestros compostadores cumplirán además “la función de dinamizadores del compostaje, ya que se encargarán de supervisar el punto comunitario”. Su labor “es fundamental y su trabajo debe ser voluntario, pues representan a la comunidad al desempeñar funciones de motivación, información, seguimiento, etcétera”, se apunta en la nota.