La lluvia de cenizas deja el mar como única vía de salida de La Palma y satura el puerto

Aglomeración en el Puerto de Santa Cruz de La Palma. (ALEJANDRO RAMOS)

Iván Suárez / Jennifer Jiménez

La Palma —
25 de septiembre de 2021 21:22 h

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Con el aeropuerto de La Palma inoperativo desde el viernes por la abundante ceniza que transporta el viento desde el cono volcánico de Cumbre Vieja, el puerto situado en la capital, Santa Cruz de La Palma, en la zona noreste de la isla, se ha convertido en la única vía de salida para residentes y turistas. Este sábado se han creado en el interior del recinto portuario importantes colas de personas que buscaban un pasaje en el barco Bentago Express de las 11.00 horas, habilitado de forma adicional por una de las compañías que cubren el trayecto entre la Isla Bonita y Tenerife, Fred.Olsen, para tratar de canalizar el flujo de viajeros que habían programado abandonar la isla en avión. Quienes abandonan la isla lo hacen por diversos motivos; desde turistas atrapados a residentes que marchan con otros familiares o quienes lo hacen por obligación al comenzar la universidad o volver al trabajo. 

En la terminal del aeropuerto de La Palma apenas había una treintena de personas a primera hora del sábado. La mayoría aguardaba para ser atendida en el mostrador de Iberia, que tenía programado un vuelo a las 11.00 a Madrid. Entre ellos se encontraban María Rosa y Antonio. Llegaron a la isla el sábado 18 de septiembre, un día antes de que entrara en erupción el volcán. Se alojaban en un hotel ubicado en la zona de Los Cancajos, próximo al aeródromo palmero. “Teníamos que volar hoy, pero está cancelado. Estamos esperando a ver qué opciones de regresar tenemos. Intentaremos irnos a Tenerife en ferry y desde allí comprar un billete hasta Madrid. El problema es que no nos aseguran que haya billetes”, comenta María Rosa, que tiene que reincorporarse al trabajo el lunes. “A pesar de todo, nos ha dado tiempo de ver bastantes cosas”, comenta. “Y hemos visto un volcán, que es una experiencia que no la vamos a volver a tener en la vida”, tercia Antonio.  

Stefan deambula por la terminal en busca de respuestas, de la cola de la aerolínea al mostrador. Había aterrizado en la isla cuatro días antes para hacer turismo. Este sábado tenía previsto volver a Frankfurt, con escala en Madrid. “Lo del volcán ha sido demasiado fuerte. Para mí, no han sido vacaciones”. A unos metros, un hombre y dos mujeres, también de nacionalidad alemana, permanecen pegados al móvil. Tienen casa en La Palma, pero deben volver a su lugar de residencia, Múnich “No nos han dicho nada ni tampoco nos ayudan”, se quejan. 

Los mostradores de las aerolíneas canarias (Binter y CanaryFly) están prácticamente vacíos. A ellos se dirige con una maleta Yeray, que el lunes comienza la carrera de Química en la Universidad de La Laguna (ULL). “No nos dieron ningún aviso (de la cancelación). De hecho, recibimos el mensaje de confirmación (del vuelo)”, asegura su madre sobre las 9.00. Una hora más tarde, intenta encontrar un billete de barco en el puerto de la capital palmera. “En el de las 11.00 horas no ha podido, lo iba a intentar a las 17.00”. Ambas compañías están cancelando los vuelos, reembolsando el dinero a los clientes y aconsejándoles que intenten salir de la isla en barco. Binter ofrece pasajes a partir del 2 de octubre, mientras que CanaryFly plantea también la opción de dejarlo abierto para cuando las condiciones de seguridad permitan volar. También a la misma universidad se desplaza otra estudiante que se encontraba con su madre en la cola de Fred Olsen. Normalmente viaja en avión, pero en este caso el cierre del aeropuerto se lo ha impedido. Es de Santa Cruz de La Palma y su madre explica que no descarta marcharse a Tenerife unos días por miedo al volcán. “Me dicen que soy una dramática, pero tengo miedo”, en la capital “se percibe la ceniza del volcán todos los días”, añade. 

Tania llegó el pasado martes a la isla desde Barcelona. Había comprado el billete desde hace mucho tiempo junto a una amiga y debatieron sobre si era conveniente viajar en estos momentos. Finalmente decidieron hacerlo, pero ahora se han quedado atrapadas y con muy pocas respuestas por parte de la aerolínea con la que concertaron el billete, que tiene el teléfono completamente colapsado. La casa donde se hospedan pronto se convirtió en un lugar de refugio para otras personas que fueron evacuadas y para mascotas de las zonas evacuadas que la propietaria de la vivienda se encuentra cuidando. “Nos sentimos un poco en medio, como privilegiadas que estamos en una casa con lo que otras personas están viviendo”, señalan las catalanas. Una de ellas tiene el vuelo para este domingo y ha decidido cambiarlo por un barco a Tenerife y volar desde ahí a la Península. Pese a los cambios de planes que les ha supuesto el cierre aéreo quita hierro a su situación: “No somos las personas que peor lo estamos pasando”, “hay gente que ha perdido su casa y nosotras quejándonos por un vuelo”. Además, añade que estos días las dos amigas están dedicando tiempo a ver un poco La Palma, pero sobre todo a intentar ayudar. Este mismo sábado se dirigían a un refugio de animales. 

Daniel, por su parte, es un turista de volcán. El martes por la tarde buscó billete y el miércoles llegó a la isla con el único propósito de ver la erupción y se hospedó en un albergue del municipio de El Paso. “Es un sueño cumplido. Siempre pensé en poder ver algo así un día”. Con su vuelo a Madrid cancelado, también espera su turno para ser atendido en el mostrador de Fred.Olsen. Su alternativa, como la de casi todos, tratar de coger un billete en el ferri hacia Tenerife y desde esta isla o desde Gran Canaria volar hacia la capital. 

Este fin de semana se han producido relevos de efectivos desplegados en La Palma. En el Puerto de Santa Cruz se encontraban desde primera hora de la mañana bomberos del Consorcio de Tenerife, de La Laguna, Los Realejos y voluntarios que han estado trabajando estos días en las entrañas del volcán. “Accedemos a la zona donde nadie lo hace, hemos vivido lluvia de cenizas y visto la lava muy de cerca”, explican Eduardo y Mon o “vulcamon” como le llaman estos días sus compañeros. Afirman que tenían experiencia en otro tipo de fenómenos naturales y en grandes incendios, pero un volcán es “algo inédito”. En especial, este viernes señalan que fue muy duro ya que la población evacuada se extendió a un radio de tres kilómetros debido a la intensidad de las explosiones y a que se abriera una nueva boca del volcán. Mon enseña atónito algunas fotos que han podido sacar estos días con sus móviles. “La lava estaba muy cerca”, muestra. 

Desde las navieras que operan desde La Palma recomiendan comprar los billetes con antelación. Este sábado en pocas horas se habían agotado los de Fred Olsen, por ejemplo. “Para mañana quedan, pero sobre las 10.00 de la mañana de hoy unas 50 personas se encontraban haciendo cola en las oficinas para tratar de comprar un pasaje porque en la web estaban bloqueados y normalmente una hora antes del embarque cerramos esta posibilidad para poder organizar el barco y los vehículos”, explican desde la compañía. Para el domingo aún quedaban a primera hora de la mañana. En concreto, Naviera Armas dispone de un barco adicional con salida desde Los Cristianos (Tenerife) a las 8.45 horas y regreso desde Santa Cruz de La Palma a las 14.30 horas, mientras que Fred.Olsen ha programado una salida extra a las 11.00 desde Tenerife, con regreso desde La Palma a las 14.00 horas.

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