El Instituto Geográfico Nacional (IGN) informa este lunes, 25 de octubre, que, desde el último comunicado sobre la evolución de la actividad eruptiva en la Palma, emitido a las 08.00 horas del domingo, día 24, se han localizado 274 terremotos en la zona afectada por la reactivación volcánica de Cumbre Vieja. Detalla que 24 de estos sismos han sido sentidos por la población, “siendo la intensidad máxima en la zona epicentral IV (EMS98) en 4 terremotos”.
De todos los terremotos localizados, añade, 110 tienen una magnitud igual o superior a 3,0 mbLg y 4 de ellos tienen una magnitud de 4,0 mbLg, que es la máxima del periodo considerado.
Se han localizado solamente 3 terremotos a profundidades alrededor de los 30 km. El resto de los hipocentros del cidado periodo están localizados a menor profundidad, en el entorno de los 12 km
La amplitud de la señal de tremor volcánico ha aumentado de “forma considerable, con numerosos pulsos de intensificación”. Un tremor son vibraciones volcánicas prolongadas que se relacionan con la circulación de fluidos dentro del edificio volcánico, los cuales pueden ser muy variables: magma, gases, combinaciones de gases y agua, gases y cenizas (erupciones), entre otros. Cuando los fluidos pasan por una cavidad (fisura o grieta), sus paredes vibran y transmiten energía al medio en forma de ondas elásticas (sísmicas) de muy baja energía.
La altura de columna medida a las 07:45 UTC se estima en 3.800 m.
La red de estaciones permanentes GNSS (Red Geodésica Nacional de Estaciones de Referencia) de La Palma “sigue sin mostrar una tendencia clara en la deformación de las estaciones más cercanas a los centros eruptivos, en cambio en las estaciones más alejadas se mantiene una ligera deflación posiblemente relacionada con la sismicidad profunda”.
En la monitorización de la actividad del volcán se utilizan varios parámetros. Uno de ellos es la deformación o abombamiento del terreno. Este indicador es fundamental para los científicos pues está relacionado con el ascenso del magma hacia la superficie.