Los resultados del trabajo de mimetización paisajística que se viene desarrollando en el entorno del campo de cenizas emitidas por el volcán, han sido compartidos en el reciente ‘Seminario sobre custodia comunitaria de caminos para el desarrollo territorial’, impulsado por el Aula Cultural de Turismo Cultural de la Universidad de La Laguna en colaboración con el Ayuntamiento de Villa de Mazo. Durante el encuentro se reconoció el importante papel que desempeñan las cuadrillas de personas mimetizadoras, contratadas a través de una encomienda que gestiona Gesplan, informa la organización en nota de prensa.
“Se conoció el desarrollo de los trabajos realizados y reflexionó acerca de la importancia de mantener el edificio volcánico y su entorno en las mejores condiciones, puesto que supone uno de los mayores recursos y atractivos de la isla, ahora y en el futuro, generando una destacada afluencia de visitantes que desean observar los principales resultados de la erupción. Asimismo, hay que gestionar de modo adecuado los efectos del tránsito del personal técnico y científico que sigue ocupándose del monitoreo y estudio del proceso volcánico, así como el de seguridad y emergencias”, dice.
José Heriberto Lorenzo Pérez, coordinador de emergencia del Cabildo de La Palma, junto a varias personas que componen las cuadrillas de mimetizadores y mimetizadoras, participaron en el seminario, explicando con detalle las acciones que realizan y mostrando un video elaborado por los propios trabajadores en el que se puede observar la relevancia de su labor, bastante desconocida y a veces escasamente valorada por la población palmera. No así por las personas visitantes que recorren el sendero habilitado y aplauden la iniciativa, que aporta enorme valor a la conservación de los espacios más frágiles recién formados.
De hecho, cada vez es más frecuente, señalaron, “que las propias personas que visitan el volcán, sean conscientes de la fragilidad de ese entorno y colaboren en su conservación, no saliéndose de la senda marcada o colocando y reforzando los pequeños hitos naturales que se han ido colocando para señalar el itinerario”. El diálogo con el personal de las cuadrillas es también habitual, por lo que “suponen un elemento estratégico de custodia e información en el área que ofrece mayor vulnerabilidad, en cuanto a que puede deteriorarse con celeridad sobre todo por el pisoteo al que está sometido”.
Cabe destacar asimismo “las tareas que se realizan de apoyo al trabajo científico, acompañando a las distintas personas que transitan por el entorno del edificio volcánico, muy valoradas por las y los investigadores, que observan como su necesario desenvolvimiento sobre los mantos de cenizas es rápidamente neutralizado o naturalizado por el personal encargado de la mimetización. Esto supone realmente una gran novedad en la gestión de los espacios volcánicos tras las erupciones, en el sentido de que se está invirtiendo en su conservación, haciendo compatible con la misma distintas actividades que suelen dejar huella en áreas enormemente sensibles”.
Nieves Rosa Arroyo Díaz, consejera de Seguridad, Emergencia, Participación Ciudadana, Servicios y Cambio Climático del Cabildo de La Palma, destaca “la importancia que tiene el cuidado del entorno volcánico próximo a los centros de emisión, conjugando su conservación con el desarrollo de las tareas científicas y las visitas que se realizan cada día”. Para la consejera, “se trata de una adecuada inversión en una de las áreas más frágiles de la isla en estos momentos, resultando imprescindible la atención que se le está prestando, por lo que deseamos destacar y agradecer el trabajo de las personas que se encargan de su reparación”.
Para el director del Seminario, el profesor de la ULL Vicente Zapata, “contar con las y los mimetizadores en el encuentro ha sido esencial, puesto que nos ha permitido conocer un proyecto de cuidado del medio que está velando actualmente por el más apreciado recurso de que dispone la isla”, añadiendo que “este tipo de actuaciones debe mantenerse en el tiempo, e incorporarse a las dinámicas de conservación y a la propia interpretación que se hace de un entorno que será cada vez más visitado, revulsivo además para el conocimiento y la valorización de otros recursos que posee La Palma”.
En el seminario quedó patente que “el cuidado del medio supone un objetivo esencial para la humanidad, más acuciante en un contexto de creciente degradación del planeta a todos los niveles. Supone una tarea que debe involucrar a todas las personas, comenzando por aquello que tienen más cercano, para que, desde la esfera local se pueda incidir en procesos más globales”. En este sentido, hubo coincidencia en que las acciones serán mucho más eficaces y sus resultados más transformadores si adquieren dimensión comunitaria, conjugando y aunando a los diversos protagonistas de cualquier realidad, desde la ciudadanía hasta las instituciones. La custodia del territorio promueve ese marco compartido de intervención, propiciando acuerdos y alianzas que van más allá de acciones puntuales y carácter coyuntural.