La bóveda celeste, en su inmensidad, muestra un sobrecogedor paisaje cósmico palpitante. La cámara del instrumento óptico Osiris del Gran Telescopio Canarias (GTC o Grantecan) situado en el Observatorio del Roque de Los Muchachos, en las cumbres de Garafía, ha tomado una bella y atrayente imagen de una interacción de galaxias en un pequeño grupo de galaxias llamado Quinteto de Stephan.
La instantánea captada por el espectógrafo de rango visible de resolución intermedia del GTC “nos enseña que las galaxias pueden, a lo largo de su existencia, pasar por fases de interacción intensa con otras galaxias”, se indica en el Facebook del Gran Telescopio Canarias.
Explican que “las galaxias forman grupos que pueden contener desde unas pocas a cientos de galaxias, de todos los tamaños y formas. Nosotros también, como parte de la Vía Láctea, pertenecemos a un conjunto de una 50 galaxias llamado Grupo Local”. Debido a su propia “fuerza de gravedad”, añaden, “las galaxias de un grupo se atraen entre ellas y para evitar colapsar y formar un único objeto enorme, deben constantemente moverse dentro del mismo grupo”. “Este continuo movimiento puede hacer que las galaxias choquen entre ellas, como se ve claramente” en la imagen “tomada con Osiris de un pequeño grupo llamado Quinteto de Stephan”. Esta imagen “es interesante por dos cosas: primero, nos enseña que efectivamente las galaxias pueden, a lo largo de su existencia, pasar por fases de interacción intensa con otras galaxias, interacción que produce una alteración del delicado equilibrio de fuerzas que mantiene a las estrellas en sus órbitas. En muchos casos las galaxias se deforman y parte de sus estrellas se ven lanzadas al exterior produciendo largas colas y arcos luminosos. En esta fase de interacción las galaxias suelen también experimentar un periodo de intensa formación estelar y, más raramente, puede que su agujero negro central se active convirtiéndola en un quásar”. También “nos dice esta imagen del Quinteto de Stephan que no siempre las cosas son lo que parecen. Se nota que la galaxia más grande tiene un color mucho más azul que las otras cuatro, claramente más amarillas. Esto se debe a que esta galaxia se encuentra a solo 40 millones de años luz de distancia, mucho más cerca a nosotros que las demás, localizadas a unos 250 millones de años luz. Solo por pura casualidad su imagen se proyecta encima de la otras. El Quinteto, en rigor, debería llamarse Cuarteto”, concluyen.