El Consorcio de Servicios de La Palma, constituido por el Cabildo y todos los municipios de la Isla, ha conseguido aplicar con éxito un modelo coordinado entre todas estas instituciones con el objetivo de realizar una gestión más eficiente de los residuos que se generan.
El aumento de la generación de basura y deshechos de todo tipo durante los últimos años se había convertido para la Isla en un problema para el que era necesario buscar una solución sostenible, por lo que el presidente del Cabildo Insular de La Palma y titular del Consorcio de Servicios de la Isla, Anselmo Pestana, explica que esta entidad ha venido a dar una respuesta al problema de la gestión de residuos en la Isla.
“Hasta hace unos años el método generalizado para la eliminación de los desechos era depositarlos en vertederos que, en muchas ocasiones eran incontrolados, e incluso se tiraban al mar o a los barrancos”, recuerda.
El Cabildo de La Palma decidió poner en marcha el consorcio en 2005 con el fin de dar solución a este problema y plantear nuevas alternativas y soluciones, como la implantación de la recogida selectiva de residuos en La Palma, la producción de compost de alta calidad para su aprovechamiento en la agricultura, la erradicación del vertido incontrolado de residuos de todo tipo y la eliminación de la incineración como sistema de tratamiento final de los residuos.
“Además, la singularización de la gestión a través del Consorcio de Servicios ha servido para abaratar costes, optimizar los recursos y ofrecer un servicio de calidad en toda la Isla”, asegura el presidente del Cabildo.
Actualmente, el Consorcio de Servicios de La Palma trabaja con los catorce municipios de la Isla, transportando los residuos hasta el Complejo Ambiental desde trece municipios y también gestionando la recogida en once de ellos.
Por su parte, los ayuntamientos de Puntagorda, Tijarafe y Santa Cruz de La Palma se encargan de la recogida de los residuos que deposita la ciudadanía en esos territorios. En el caso de los dos primeros, las corporaciones locales llevan los desechos hasta la planta de transferencia de Los Llanos de Aridane, para luego trasladarlos al Complejo Ambiental. Mientras, Santa Cruz de La Palma es el único municipio que traslada los desechos al Complejo Ambiental con sus propios medios.
Complejo Ambiental
El Complejo Ambiental inició sus operaciones en el año 2013, con la clausura del vertedero de Barranco Seco, el último que quedaba en La Palma.
En esta planta, los residuos domésticos pasan por una serie de procesos para separar los elementos susceptibles de ser reciclados y disminuir el volumen de residuos que terminan en el vertedero. En estos procesos se separa la materia orgánica, que se bioestabiliza antes de su vertido, evitando su fermentación en el vertedero.
Mediante imanes, corrientes eléctricas y separación manual se recuperan botellas de plástico, bricks, papel y cartón, latas, residuos metálicos férricos y latas de aluminio, entre otros. A través de este proceso de selección y clasificación, La Palma se ha convertido la única isla en la que se procesa el 100% de los residuos para recuperar los materiales reciclables.